22 de diciembre de 2016

4 aspectos fundamentales que buscan las empresas entre sus candidatos

¡Buenas noches, equipo!
¿Qué tal se está dando la última quincena del año? A mí no dejan de bombardearme mil ideas, lo cual me encanta, aunque me gustaría mucho más si hoy me hubiera tocado un puñadito de euros en la Lotería de Navidad, por eso de agilizar los trámites y pagar facturas más cómodamente ¡Ah! Sí, también ayudaría a quienes lo necesitan, montaría mi propio y ambicioso negocio (aunque esto tiene mucho que ver con mis ideas) y me iría pitando a dar la vuelta al mundo (haciendo una larga parada por Australia y Nueva Zelanda).
¡En fin! Para qué voy a seguir, si ya sé que andáis más o menos en las mismas, o...¿alguien por aquí es millonario desde esta mañana?
¡Ojalá y así fuera! Al menos, espero que donde han caído los premios, rompiendo los esquemas y planes de muchos (para bien) hiciera verdadera falta. Y no me refiero únicamente a ideas que quieren tomar vida o a viajar muy lejos, sino a la cobertura de aquellos aspectos primarios que demasiadas familias están necesitando.
Yo, por mi parte, seguiré dando forma a mis planes y proyectos. Me comprometo a seguir dándoles vida, aunque algunos no nazcan tan a corto plazo como me gustaría. Y, especialmente, trataré de seguir alimentando mis ilusiones y fuerzas, así como las vuestras en la medida que me sea posible teniendo en cuenta que estamos conectados a través de una pantalla. 
Además, como sé que a muchos parte de la fuerza os la va a proporcionar el hecho de conocer qué buscan las empresas de vosotros, comenzaré escribiendo el Post de hoy para todos ¡Os invito a seguir leyendo!

1. Competencias comportamentales: 
Muchas veces he soltado eso de la importancia que tiene el hecho de sacar de paseo a nuestras competencias con objeto de que todos puedan verlas, aunque nunca haya explicado de forma clara y específica de qué se trata. Como nunca es demasiado tarde, especialmente cuando de aclarar este concepto imprescindible para el desarrollo profesional se trata, comenzaré definiendo qué son las competencias funcionales.
Las competencias técnicas o funcionales corresponden con el desempeño de las responsabilidades específicas del cargo. Tomando mi propio caso como ejemplo, una empresa podría requerir en su oferta varias de las competencias técnicas que yo poseo para incorporarme al puesto de forma relativamente adecuada. Estas pueden ir desde el requerimiento de estar en posesión del Máster en Recursos Humanos (y demás "titulitis"), hasta la acreditación que certifique que el programa estadístico SPSS y yo nos entendemos, pasando por aspectos que bien pueden parecer irrelevantes como manejar una fotocopia o escaner, e incluso poner la cafetera y que el resultado sea para chuparse los dedos. Que conste que no estoy hablando tonterías...todos sabemos la importancia que tiene un buen tazón de café, un lunes, a las 8 de la mañana. Que conste, también, que cualquiera no te pone el café sin aguar ¿verdad?
Vale, me pongo seria...todo lo anterior no son más que ejemplos para quitar hierro al asunto y, esencialmente, para que podáis comprender la diferencia entre las competencias funcionales y las comportamentales. Comprendiendo las primeras aquellas funciones específicas que cada cual ha de desempeñar en su puesto de empleo.
Ahora bien, de las que quiero hablaros hoy es de las segundas, siendo estas las habilidades y conductas que muestran desempeños superiores. Son los atributos o rasgos personales que se esconden tras el título que cuelga en tu pared o se apulgara en algún rincón de tu armario. Las competencias transversales son tu esencia y pueden entender desde tus habilidades comunicativas, hasta tu capacidad de liderazgo y trabajo en equipo, o tu actitud resiliente (entendida como la capacidad para analizar situaciones difíciles, reconduciéndolas en la medida de lo posible).
Si aún te cuesta distinguir entre ambas, analiza las siguientes preguntas ¿todas las personas que estudiaron contigo podrían optar al mismo puesto que tú anhelas conseguir?
Ahora sí lo has captado: NO ERES UNO O VEINTE TÍTULOS, SINO TODO AQUELLO QUE ERES CAPAZ DE HACER CON ELLOS (y no me refiero a la práctica del Origami).

2. Experiencia:
Querido equipo, hemos llegado a esa parte que la mayoría de jóvenes detestamos.
Sí, la detestamos porque sabemos que reunimos todas las competencias técnicas y comportamentales necesarias para desempeños brillantes en según qué puestos y, sin embargo, cuando todo iba bien leyendo el anuncio de empleo, volvemos a encontrarnos con el dichoso requisito (que para unos puestos...vale; y para otros...ya les vale):
"Imprescindible acreditar cinco años de experiencia como mínimo".
¡Lo que se están perdiendo! luego dirán que los perdidos somos los de según qué generaciones.
Pues bien, llegados a este punto no nos queda otra que añadir aquella experiencia que tengamos y que creamos que mejor se adapta a la oferta (no teniendo que ser exclusivamente laboral). Por ejemplo, da mayor información sobre nosotros el haber sido capaces de organizar (con las mínimas ayudas y el mayor de los éxitos) la verbena de verano del pueblo, que el hecho de haber estado ordenando papeles durante dos meses en una oficina.
¡No tengáis miedo de contar todo lo que creáis que pueda beneficiaros para conseguir vuestra oportunidad!
Experiencia no tiene porqué incluir únicamente el hecho de haber realizado algo a cambio de un salario o contrato en prácticas.

3. Idiomas:
¿Sabéis que el 84% de estudiantes españoles se consideran poco formados en este aspecto?
Es más ¿Conocéis el dato de que el 75% de empresas afirma no encontrar el nivel de idiomas deseado entre sus candidatos?
Pues bien ¿Hace falta que os diga cuál es mi consejo una vez lanzadas estas dos cuestiones?
Mejor os contaré que entre los primeros puestos de mi lista de objetivos para 2017 se encuentra darle un buen empujón al inglés y otros idiomas que llaman poderosamente mi atención y, al mismo tiempo, entran en juego dentro de mis proyectos de futuro.

4. Conocimientos específicos:
Este aspecto trata, sencillamente, de extraer/interpretar el perfil que realmente buscan en cada oferta de empleo, según la filosofía y valores de la empresa.
Por ello hacemos tanto hincapié en eso de que debes adaptar tu CV a los puestos determinados a los que aspires (aún sabiendo que puede resultar un poco coñazo). Buscar trabajo es un trabajo y, si queremos hacer bien nuestra misión, es fundamental analizar qué quieren de cada uno de nosotros en cada anuncio y barajar si podemos ofrecérselo, o no. Me repito, para que lo grabéis a fuego en la memoria: NO TODAS LAS EMPRESAS PRECISAN LO MISMO AUNQUE, A SIMPLE VISTA, OFERTEN EL MISMO PUESTO ¿O acaso crees que los requisitos de los dependientes de Pull & Bear son los mismos que para quienes trabajan, o aspiran a hacerlo, en Pronovias?

Hasta aquí la lección de hoy, que espero os resulte de mucha utilidad para el año que entra o ¡porqué no! para lo que queda de 2016...y es que, la lotería toca a finales de diciembre para unos pocos ilusos que, en su momento, decidieron tocar la suerte. TÚ PSIQUE PUEDES poner ilusión en tu búsqueda de oportunidades cada día...

¡Felices fiestas!
No olvidéis disfrutar de los turrones, el mazapán y la compañía de vuestros seres queridos, la mejor de las loterías...

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