24 de noviembre de 2016

Black week. Actitud y confianza frente a la gente tóxica

¡Buenas noches equipo! 
En primer lugar, disculpad si veis algo raro en el ajuste del texto, la fuente o si os suena raro no ver una de las imágenes motivadoras que me gusta regalaros pero, como intuiréis después de leer la publicación de hoy, mi semana ha sido un tanto complicada y, entre otras cosas, un malware chino ha invadido mi ordenador que ahora se encuentra en el servicio técnico. Eso sí, a nuestra cita de los jueves no me hace faltar nada, ni nadie...así que aquí me tenéis, escribiendo con el móvil, quedándome sin ojos, pero con una sonrisa enorme porque ha llegado el día de nuestra cita y se acerca el final de mes (recordad estad pendientes de las redes ¡que se avecina un sorteazo!).

¿Tú también has vivido 
días tóxicos algunavez?
Sin buscártelo ¿Te rodeas de gente que trata de absorver toda tu energía?
¿Sientes que hay días en los que absolutamente todo se tuerce?

Estoy segura de que, como yo, has respondido "Sí" a todas o casi todas las cuestiones anteriores. De ser así, esta publicación es para ti ¡Quédate conmigo!

Definitivamente, hay semanas en las que las cosas no fluyen como deberían. Te levantas el lunes muy temprano, vistes con tu mejor actitud, te tomas un café bien cargado y sonríes al salir a la calle porque tienes las ganas y con eso no hay quien pueda vencerte...pero al llegar al lugar donde te dirigías absolutamente todo se confunde, hay quien se ha propuesto que lo veas todo de color gris y, claro ¿qué vas a hacer? ¿resignarte?

¡Esa no es la respuesta! 
Piensa en las segundas oportunidades, en que hay gente que puede y quiere prestarte la ayuda que necesitas. Podrán cerrarte puertas, pero de ti depende que se abran muchas más detrás de ese "NO" que ha desplomado todas tus esperanzas por un tiempo.
Tu actitud es sumamente importante para decidir qué hacer después de haber recibido un duro golpe que, repentinamente, te hace perder el equilibrio sin poder evitar la caída.

Bien, ahora imagina que el martes despiertas y, sin comerlo ni beberlo, recibes una opinión destructiva de alguien que no tiene la menor idea de quién eres. ¡Vaya! aún no estás repuesto del "mazazo" de ayer y ya se han vuelto a empeñar en hacer de esta tu black week (cuando de black únicamente te habías propuesto el friday).

Evidentemente, tú no has escogido este tipo de situaciones. En el mundo de los adultos (si me lo dicen siendo una niña, no crezco) cada vez son más abundantes la envidia, los ataques porque sí y la gente tóxica. Y es que, como suelo decir adaptando el refrán "hay días tóxicos, y tóxicos todos los días" así que hoy te digo que por más impedimentos y barreras que pongan ante ti sin motivos constructivos y suficientes como para hacerte mejorar, siempre cuentas con tu actitud, con el hecho de cómo te tomes las situaciones incómodas que no has buscado, pero con las que te las has dado de frente.

Igual te digo que, si bien hay multitud de gente tóxica tras numerosas pantallas, mesas de despacho y caminando por las aceras...también existe muchísima gente que da la palabra antes de juzgar, te escucha y, si no está de acuerdo en algo, razona y te pone sobre la mesa cuáles son tus debilidades y fortalezas. Y lo hacen para que te saques el máximo partido, para que descubras esa parte hasta ahora desconocida de ti, que tanto vales...para hacerte saber que TÚ PSIQUE PUEDES sobreponerte a los golpes y desequilibrios vitales con los que todos nos encontramos. Si no consigues algo hoy o las cosas no salen como deberían, no te castigues...sigue caminando en la dirección que vas si en realidad crees que es la ruta que te llevará donde quieres estar. Si no lo consigues hoy, será mañana, o dentro de un año...pero lo importante es no rendirte, no dejar de creer en tu poder. 

Te aseguro también que, por más inevitable que sea el hecho de mantener alejadas a este tipo de personas, depende de tu actitud, de la confianza que depositas en ti mismo, el hecho de que te afecte, o no, lo que recibes de ellas.

Así es como mi black week se ha convertido
en una inyección de automotivación para mí...así es como esta semana he creído un poquito más en lo que puedo alcanzar siendo como soy. 
¿Y tú?
¿Te subes al mismo carro?


Recuerda que el suelo del metro brilla a pesar de ser pisoteado diariamente ¡Buenas noches!

17 de noviembre de 2016

Lo que no ves. 6 consejos para comunicar con acierto

¡Psss, psss! Ey tú, sí, tú...quien está delante de la pantalla ¿quieres que te cuente un secreto?
Bien, sí que quieres ¿verdad?
Allá voy: ¡¡EL SUELO DEL METRO BRILLA!!

Has leído bien, no creas que estoy en una especie de trance o que me he vuelto un poco "turulata". No sé tampoco desde dónde me lees, puede que en tu ciudad el suelo del metro no tenga esta ¿peculiaridad? No importa, si no coges habitualmente el metro de Sevilla u otro cuyo suelo brille ¡no pasa nada! Esto no es imprescindible para que veas el trasfondo de la publicación que empieza en 3, 2, 1...¡Acción!

Estaréis de acuerdo conmigo en que una buena comunicación es sumamente importante cuando nos encontramos en búsqueda de empleo o cuando ya lo hemos encontrado (¿qué sería, por ejemplo, del trabajo en equipo sin comunicación?), así como en una multitud de situaciones cotidianas más. Pero también estaréis de acuerdo en que la atención juega un papel fundamental en todo este proceso ¿no es así?

Recientes estudios han demostrado (tomad nota) que la capacidad de comunicar es la habilidad más valorada por los empleadores en el trabajo, ahora bien, antes hay que llamar la atención, destacar sobre el resto de cosas que tengamos alrededor y, una vez hecho esto, mantenerla ¿cómo? COMUNICANDO verbal y gestualmente.
Sigue leyendo, que te cuento una serie de consejos para llamar la atención mientras comunicas en las entrevistas de trabajo u otros contextos. ¡Por cierto! no me olvido...en unos pocos minutos te cuento cómo termina lo del suelo brillante del metro.

1. Enfatiza las palabras que consideres más importantes dentro de tu discurso.
2. Incluye preguntas que, bajo tu intuición, puedan generar en la otra persona deseos de participar en la conversación. A todos nos gusta sentir que nos tienen en cuenta ¿verdad?
3. Trata de conseguir que tu discurso no resulte monótono. Para ello, varía el volumen y el tono de voz...no querrás que se te duerman ¿no?
4. Transmite coherencia en tus ideas. Es decir, si te encuentras en una entrevista y comentas que no tienes problemas para viajar y cambiar de residencia, no pongas cara de susto si un rato más tarde la persona que te está entrevistando te comenta que el puesto a cubrir es en la Manga del Mar Menor siendo tú de Mérida. Mi humilde opinión, y conste que no soy la única persona que sabe algo de procesos de selección que piensa así, es que en este tipo de preguntas hay que responder con la máxima sinceridad...en este sentido no hay respuestas buenas o malas, solo puestos de trabajo que se ajustan, o no, a expectativas...sé sincero contigo mismo, saldrás ganando.
5. Ajusta lo que dices a quien te está escuchando. Dí la verdad, no le hablas igual a tu abuelo, que a tu primo el de tres años, tu jefe o, incluso, tu mascota. Sí, admito hablar con animales, a veces siento que me prestan mayor atención ¿será porque te miran a los ojos y no entorpecen la comunicación desviando la vista hacia una cosa llamada teléfono móvil?
6. ¿Sabías que prestamos más atención a aquellos mensajes que provocan emociones en nosotros? Por esto mismo ¡SONRÍE! Si lo haces, molas mucho más y lo sabes.

¡¡EL SUELO DEL METRO BRILLA!! 
Curioso, he logrado activar tu atención al principio del discurso con una simple frase, te he comunicado lo que pretendía que conocieras hoy y he mantenido tu curiosidad hasta aquí solo por saber la historia que ahora te traigo...te la ganaste, ahí va:

Esta tarde he tomado el metro como tantos otros días, iba cansada y tenía muchas ganas de llegar a casa (especialmente porque se acercaba la  hora del café y quien me conoce sabe que esta bebida, en mí, es una necesidad).
¡Menudo lío! pensaba.
Mil proyectos en la cabeza que esperan ansiosos tomar forma, yo que soy más ansiosa aún...¡vaya! encima de todo, con las miles capas de ropa que me he puesto para evitar el frío, apenas puedo doblar el codo.
Suena el móvil, abro el bolso mientras bajo corriendo las escaleras porque el vagón de metro que me lleva al aparcamiento donde tengo el coche sale en 1 minuto, no era mi móvil sino el de una señora que me pisaba los talones...bueno, ya que estoy respondo algunos WhatsApp mientras camino (puedo hacer dos cosas a la vez). STOP, no te distraigas ¡corre!
Subo al vagón, me meneo cual ameba para evitar caer cuando el conductor arranca, veo un asiento libre a lo lejos y llego a él con visible esfuerzo...tanto que no sé si me parezco más a uno de los personajes de juego de tronos superando obstáculos para alcanzar su objetivo, o Mario Vaquerizo hasta arriba de cervezas tambaleándose con las sacudidas al coger las curvas.
En fin, logro sentarme y mi mirada se pasea victoriosa por todos los presentes.
¡Qué horror! nadie se ha dado cuenta de mi hazaña, absolutamente todos revisan sus dispositivos móviles aunque, mirándolo por el lado bueno, si me hubiera caído tampoco se habrían dado cuenta ¿o tal vez sí?
Es ahí, justo cuando mi imaginación empieza a divagar e inventarse historias por cuenta propia, cuando veo que el suelo hace juego con mis nuevos zapatos de charol. 
¿Cuántas veces he mirado el suelo del metro? Decenas.
¿Cuántas de estas veces miré que tenía matices brillantes? Las mismas veces que he mirado hacia el suelo, así que decenas.
Vale, pero ¿cuántas veces lo miré y logré verlo? Ahí me has pillado ¡solo una!

Puede que pases cientos de veces por el  mismo lugar, puede que mires cada día a la misma gente una y otra vez, pero ¿has logrado verlas?
Puede que tengas delante la oportunidad de tu vida y que, por más que la estés mirando, no la veas. Puede que el suelo del metro hoy haya decidido brillar con más fuerza aunque lo pisoteen diariamente...o puede que yo haya abierto mis ojos para ser partícipe de la magia en lo cotidiano
Ha sido entonces cuando he tomado la decisión de no apagarme nunca, de transmitir luz y energía para quienes deciden verme y no solo me miran...para quienes ven lo bonito que hay en mí, aunque hayan días malos en los que me sienta pisoteada.
Hoy he querido transmitirte una simple historia más de un día cualquiera de mi vida...porque sé que tú también eres capaz de hacer ver a los demás la magia que hay dentro de ti, solo tienes que creer en ella para permitir que el resto del mundo admire lo que eres capaz de hacer y conseguir.

Cree en que TÚ PSIQUE PUEDES, de hecho, yo ya diviso tu luz.
No olvides sonreír la próxima vez que subas al metro y mires al suelo ;)

¡Buenas noches!

10 de noviembre de 2016

5 Claves para salir de tu zona de confort

¡Al fin jueves, equipo!
Sabéis que adoro este día de la semana porque, desde el nacimiento del blog, es cuando me siento un poco más cerca de vosotros. Me encanta transmitiros lo poco o mucho que sé sobre los temas de los que os hablo semanalmente (digo poco o mucho porque todo es según desde la perspectiva, posición y experiencia de quien lee estas líneas, como casi todo en esta vida). Saber que puedo estar ayudando a numerosas personas a definir su estrategia de búsqueda de empleo, enfrentar una entrevista de trabajo o recuperar ciertos niveles de motivación cuando pensaban que los habían perdido para siempre ¡Es genial!
Desde este espacio que, como siempre digo, es mío y vuestro, quiero agradecer cada comentario recibido en las diferentes redes sociales, el propio tablón del blog y otros medios. No podéis haceros una idea de la capacidad que tiene mi piel de erizarse de emoción cuando recibo vuestras aportaciones. De corazón, vuestra opinión alimenta de comentarios el blog y de ganas de seguir hacia adelante a mi propia persona (y a esto último, amigos, le doy mucho más valor).

Dicho esto ¡empezamos!

Sabéis quién era Steve Jobs ¿verdad? Supongo que sí pero, por si acaso, os refresco la memoria...
Responded a la siguiente pregunta: si pongo un aparato electrónico entre vuestras manos (puede ser un móvil, tablet, ordenador...), le dais la vuelta y veis que detrás lleva dibujada una manzana mordida ¿qué marca os viene a la cabeza? 
Sí, equipo, el señor del que hablamos es el empresario que en 1976 fundó Apple y que, con solo 26 años, ya era millonario.
Os cuento esto porque hoy quiero abrir el tema que trataremos con una famosa cita que este empresario dejó antes de fallecer:

"Si hoy fuese el último día de tu vida 
¿querrías hacer lo que vas a hacer hoy?

Si la respuesta es que NO durante varios días seguidos, 
necesitas cambiar algo"

Si he de abriros mi corazón una vez más, he de reconocer que cada vez que he leído estas palabras me he planteado tantas cosas...pero no ha sido hasta hoy, queridos amigos, cuando me he formulado la pregunta y por vez primera he dicho alto y fuerte que SÍ. 
Esto no quiere decir que no haya área de mejora o que haya encontrado mi sitio definitivo. No quiere decir, tampoco, que no pretenda seguir creciendo y aspirando a conquistar la cima de mi sueño ¡todo lo contrario!
¿Sabéis qué significa? que estoy en el camino correcto.
¿Por qué sé que es el camino correcto? porque estoy totalmente segura de que lo que hoy hago es lo que quiero hacer el resto de mi vida.

Antes de seguir, os propongo la siguiente tarea:
Tratad de recordar todas las actividades (o la mayoría) que habéis hecho en los últimos tres días y responded a las siguientes cuestiones:
¿Sientes que el tiempo que has invertido en hacerlas a sido perdido?
¿Te sientes realizado al llevarlas a cabo?
¿Mañana te levantarás con energía y entusiasmo porque sabes que estas actividades te esperan nuevamente?
Cuando alguna de estas tareas no te da los resultados que esperabas ¿la dejas de lado o cambias la forma de enfrentarla para tratar de conseguir lo que te propusiste?
¿Haces más caso de lo que piensan los demás sobre aquello que haces, o de lo que tú piensas y sientes?
Hoy quiero que reflexionéis sobre estas preguntas porque, queridos lectores, durante mucho tiempo yo misma las he respondido desde el plano negativo y sé lo que es levantarse con desgana y apatía. 
No quiero que dejéis aparcados vuestros objetivos porque algún día algo no os salga bien o porque os hayáis acomodado a hacer las cosas de una forma que, aunque no os esté permitiendo ver los resultados que queréis, no os deja ir más allá de lo evidente.

Mi principal objetivo con esta publicación es que reflexionéis acerca de lo que estáis haciendo hoy...pues justamente es esto lo que os llevará donde queréis estar mañana.
Como también dijera el fundador de Apple, tu tiempo es limitado, por ello:

Nunca te des por vencido.
Nunca aparentes ser quien no eres.
Nunca te mantengas inmóvil.
Nunca te aferres al pasado.
Nunca dejes de soñar.

Ahora, una vez hemos reflexionado sobre lo que queremos y si estamos en el camino correcto, os animo a poner en práctica desde este mismo instante los siguientes consejos para que, de una vez por todas, salgáis de vuestra zona de confort, de aquellos hábitos que practicáis a diario en los que os encontráis totalmente seguros, pero que no os están dando resultados, ni os proporcionan la felicidad que merecéis. 

1. Proponte pequeños desafíos diarios: Como dijera Eleanor Roosevelt "haz todos los días algo que te dé miedo".
Si lo que estás haciendo hoy no te está llevando al lugar donde quieres estar, empieza por plantearte pequeños retos diarios, alcanzables y relacionados con tu objetivo final. Estos desafíos deben sacarte de tu rutina habitual, de tu forma de hacer las cosas...porque justo es esta manera de actuar la que no te está funcionando. 
Los retos de los que te hablo tienen que generarte un poco de ansiedad. Esta será la mejor señal de que estás saliendo de tu zona de confort ¡OJO! no te estoy diciendo que hagas nada del otro mundo o que empieces por tirarte de un paracaídas si te dan miedo las alturas...hay que ir pasito a paso.
Te pongo un ejemplo: Raquel tiene 26 años y trabaja en McDonald´s. Raquel no es camarera, solo que actualmente es su ocupación. Esta chica es diseñadora gráfica y sueña con montar su propio negocio online de artículos de papelería creativa. Si se limita a levantarse cada día, ponerse el uniforme y no hacer nada distinto, probablemente nunca alcance su sueño de emprender y dedicarse a su pasión. Un pequeño desafío en la vida de esta soñadora puede ser el hecho de asistir a algún centro donde asesoren a jóvenes emprendedores.

2. Cambia tu rutina: Imagina que llevas 7 meses buscando empleo. Tu rutina es la de levantarte, comerte una tostada con un rico café, sentarte en el sofá con la batamanta y el moño en lo alto de la cabeza, el portátil sobre las rodillas y las lentejas haciéndose a fuego lento en la cocina. Te pones a revisar los diferentes portales de empleo y, sin hacer distinción de ningún tipo, te inscribes en todas las ofertas habidas y por haber.
Sigues tu rutina diaria y a la hora de acostarte recapacitas cayendo en la cuenta de que, un día más, no has conseguido ni una sola entrevista.
Ahora, hazme caso: mañana, después levantarte y desayunar (eso no te voy a decir que lo cambies porque yo soy la primera que no toma su café y está de un humor de perros), vístete, piensa en una de las empresas de tu ciudad en la que te gustaría trabajar, adapta el curriculum a este lugar según el puesto que pretendas ocupar y ve hacia allí. Nunca sabes lo que las personas de estos lugares  pueden estar necesitando de ti. Puede que busquen a alguien con iniciativa y ¿hay mejor forma de demostrar esta competencia que dirigiéndote al lugar directamente y demostrar tus ganas?
Pues bien, una vez hecho esto, repite esta acción las veces que creas necesario.

3. Conoce a gente nueva: Apúntate a cursos, asiste a ferias y congresos, lleva tus tarjetas de visita o curriculum, ponte tu mejor sonrisa y, aunque en un principio te cueste entablar conversación o responder públicamente a  las preguntas de los ponentes, hazlo. 
Diferénciate del resto, muestra a todos de qué madera estás hecho. Una vez más, sal de tu zona de confort. Ampliar tu red de contactos, comenzar a destacar entre los profesionales de tu sector difícilmente va a restarte puntos. 
¡IMPORTANTE! Actúa con naturalidad. 

4. Deja a un lado tus miedos y excusas: Tienes que ser consciente de que, al principio, salir de tu zona de confort va a resultarte algo incómodo. Siempre genera menos tensión apuntarte a las ofertas de Infojobs, que presentarte en la empresa donde quieres trabajar solicitando una cita con alguna persona responsable ¿verdad? Pero, dime ¿cuál de las dos situaciones piensas que puede acarrearte mayores recompensas y satisfacción personal?
Hacerte consciente de las excusas que te plantearás para no hacer determinadas cosas puede ayudarte. Anota tus miedos, identificarlos hará que puedas plantarles cara y decirles que no tienen cabida en este proceso.

5. Pregunta cómo te ves desde fuera: A la hora de abandonar un estado en el que nos sentimos cómodos, es importante conocer cuáles son nuestros talentos y qué podemos mejorar de nosotros mismos. De esta forma, serás consciente de qué puntos debes afianzar y qué aspectos requieren ser mejorados. Esta misma noche, pregunta a alguna persona que te conozca bien qué es lo que ve en ti. Asegúrate de que esta persona sea crítica y objetiva. Puede sorprenderte, y mucho, el hecho de conocer cómo te ven desde fuera. 
Sabiendo cuáles son tus puntos fuertes y débiles llevarás una importante ventaja a la hora de enfrentar las situaciones que te he comentado un poco más arriba ¿verdad?

Hasta aquí hemos llegado...aunque no quiero despedirme sin recordarte una vez más que confío en ti y en que alcanzarás tus objetivos, porque TÚ PSIQUE PUEDES, solo tienes que intentarlo.

¡Buenas noches equipo!

3 de noviembre de 2016

Resiliencia, tu oportunidad después de la dificultad

¡Buenas noches equipo!
Como ya saben los seguidores de Tú Psique Puedes en redes sociales, el domingo estrenamos una nueva sección donde se definirán conceptos relacionados con la Psicología, los Recursos Humanos y curiosidades varias. Si bien la primera palabra que definimos fue "Serendipia",  pensé que mi palabra favorita "RESILIENCIA" no merecía un breve espacio en las redes, sino una publicación de los jueves en el Blog. Pues bien, aquí estoy...dispuesta a daros el empujón que muchos necesitáis para continuar o, simplemente, haceros un poco de compañía en este día que amaneció nublado, pero ha visto el sol.

Según autores como Chávez e Yturralde, resiliencia es la capacidad que poseemos frente a las adversidades, para mantenernos en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones que permiten que avancemos en contra de la corriente, y superarlas.
Puede que esta sea la definición que más me guste sobre este término. No sabría decir exactamente el motivo. Quizás sea por la humanidad que encierra, quizás por la manera de decirnos que si queremos vamos a poder con todo lo que nos propongamos o, muy probablemente, porque se acerca de una forma mágicamente perfecta a todo aquello que quiero transmitiros desde este espacio a quienes buscáis vuestra oportunidad de forma activa e incansable, a quienes ponéis a diario toda esperanza en un negocio que es vuestra ilusión, a quienes no tenéis miedo de reciclaros y reiniciar aquella parte de vuestra persona que andaba dormida, pero pedía a gritos despertar...incluso a quienes no se sienten identificados con nada de lo anterior, pero cada día baja los pies de la cama con la esperanza de que todo se arreglará y cobrará sentido...
Resiliencia es aquella palabra que representa la habilidad del ser humano para enfrentar situaciones adversas e incluso destructivas de la vida. Representa la superación de situaciones de presión en las que creemos que tenemos un escaso control, pero de las que salimos victoriosos, transformados.

Amigos, amigas...¿sabéis a cuántos resilientes me he ido encontrando a lo largo de la vida?
Si hacemos memoria, seguro que a todos se nos vienen a la cabeza muchos de ellos. Personas que han superado enfermedades, muertes trágicas de seres queridos o que han nacido en lugares del mundo donde las oportunidades de supervivencia brillaban por su ausencia y, finalmente, quienes han brillado han sido ellos...precisamente por saber sobreponerse.
También están aquellas personas que han nacido con algún tipo de etiqueta absurda colgada al cuello, como quien lleva un complemento más haciendo juego con el cinturón o las zapatillas. Hablo del tipo de personas a las que solemos categorizar como discapacitados o deficientes; de aquellas personas por las que nadie apostaba demasiado en cuanto a su capacidad intelectual pero que ¡OJO! hoy día vienen demostrando a destajo que si reciben las mismas oportunidades que el resto (educativas, de inserción, orientación, sociales...) son tan (o más) capaces como cualquiera de estudiar una carrera, impartir clases, emprender negocios de éxito, protagonizar obras de teatro y un sinfín de cosas más.
No puedo olvidarme tampoco de aquellas miles de personas que han visto rodar cuesta abajo todo aquello que habían construido antes de que la crisis económica llegara. Jóvenes que han tenido que lanzarse a nuevas culturas buscando una solución a su situación. Padres y madres que han llorado mucho al acostarse porque sus hijos no iban a tener un vaso de leche al levantarse....

Tú  y yo hemos visto hacer uso de la resiliencia a muchas de estas personas. Las hemos visto invertir tiempo y esfuerzo para superar el sufrimiento en cualquiera de sus versiones. Las hemos visto reencontrarse consigo mismas. Las hemos observado tolerando tales cantidades de frustración y presión que, por un momento, llegamos a pensar que "no saldría de esa", pero salió más fortalecido que antes, sabiendo afrontar duras complicaciones de la forma más constructiva y asombrosa que nunca viste.

Haz memoria de nuevo, querido lector...sé que tú también tienes experiencias de resiliencia o estás a punto de experimentarlas. De lo contrario, no habrías llegado leyendo aquí...no te rindas, TÚ PSIQUE PUEDES.