23 de febrero de 2017

Sobre la envidia y la cara invisible del éxito

No envidies, mejor observa y planifica el conjunto de acciones que te llevarán al éxito. 
No te hablo de grandes sumas de dinero, descapotables, ni aviones privados ¡Eso no es éxito! Al menos yo no lo definiría así. Para mí y, dicho sea de paso, también para Maslow, consistiría más bien en la AUTORREALIZACIÓN.
De acuerdo con Andrew Corentt "Una meta es un faro. Quien tiene una meta clara jamás será alcanzado por la noche de la indecisión" y ¿qué mejor decisión habrá que la de empeñarse en alcanzar aquello que te lleve a realizarte solo a ti?

Todos sabemos que la envidia, en determinadas ocasiones, es incontrolable ¿o acaso hay alguien que jamás la haya sentido?. Sin embargo, aunque debas permitirte experimentar según qué cosas (pues solo la experiencia te pondrá en el camino del aprendizaje para poder tomar el control sobre determinados sentimientos e impulsos) me gustaría apuntar un matiz: no permitas que la envidia se transforme en maldad y odio dentro de ti. En su lugar, encamina este sentimiento hacia la adopción de una actitud más sana con los demás y, más importante, CONTIGO MISMO.
Observa, aprende, adapta a tus objetivos las claves y pasos generales que a otros pudieron servirles en un momento dado (sin copiar, respetando quién eres y porqué has llegado donde estás), pero trata de evitar esa envidia NADA SANA de la que te hablo...mejor felicita las victorias ajenas, teniendo en cuenta que probablemente nunca sabrás cuántas batallas tuvo que liderar esa persona para conquistar la cúspide de su pirámide, su éxito, su REALIZACIÓN PERSONAL.

A mis recién estrenados 30 febreros ya he tenido tiempo de equivocarme, experimentar y aprender muchas cosas. Que sí, que soy muy joven y desconozco el doble de lo que sé; de hecho, estoy impaciente por saber lo que el futuro me tiene preparado (al mismo tiempo que cruzo los dedos para que el resto de la vida no se me pase en un pestañeo)...he aquí uno de los mayores y más caprichosos regalos en nuestro paso por el mundo: la vida nunca deja de  enseñarte, de sorprenderte...para bien, o para mal.
Como iba diciendo, son muchas las cosas que he ido aprendiendo, siendo las fuentes de tales aprendizajes la experiencia propia, la ajena, los fracasos que he ido convirtiendo en valiosas oportunidades, así como las oportunidades que resultaron ser fracasos, los libros, la universidad, la calle, los mayores, los niños...ahora es el momento en que sientes curiosidad por saber con qué motivo te cuento todo esto ¿no? está bien, sigue leyendo que te lo cuento.

Cumplir años siempre ha provocado en mí el impulso irrefrenable de la meditación. De pensar qué cosas están funcionando, cuáles son susceptibles de cambios, con qué pequeños detalles disfruto (valga desde lavarse la cabeza cantando, hasta tomar un café para espabilarme, pasando por la agradable sensación de beber agua fresquita después de hacer deporte). También recapacito acerca de quiénes es conveniente mantener cerca, y también de qué elementos, sentimientos o personas tóxicas es mejor desprenderse para continuar el viaje.
Hace tiempo estos pensamientos me llevaron a decantarme por librarme de la envidia. Decidí alejarme de quienes manifestaban ciertas actitudes conmigo o los míos (generalmente a mis espaldas, si concederme la mínima oportunidad de poder defender mi postura). Además, también aprendí (y esto me llevó, quizás, más tiempo que lo anterior) a tomar el control de la mayoría de mis impulsos e instintos...evitando, de esta manera, que la sensación de envidia me invadiera con la intención de envenenarme las ideas. 
Hoy he decidido contarte todo esto, no solo porque ando sensiblona con el cambio de década y otros acontecimientos que están teniendo lugar a mi alrededor, sino porque quiero mostrarte un pequeño guión con algunas de las cosas que se encierran detrás de la cara visible del éxito, allá donde se deja de lado la envidia y se empieza a trabajar una estrategia en PRO de uno mismo. 

Pequeños y lógicos hábitos (no siempre fáciles de aplicar) que, una vez son incorporados a nuestro repertorio de conductas habitual, contribuirán a que nos mantengamos sanos en el camino hacia nuestros objetivos, así como a construir nuestro SELLO PERSONAL tomando sólidas bases. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Te los presento!
1. VER, OÍR Y ASIMILAR: Calles o no, la clave de observar es la de ADQUIRIR lo que la experiencia, propia o ajena, te enseña.

2. STOP COPIAS: Me pondré como ejemplo, aunque por suerte nunca me haya visto en una de estas (y cruzo los dedos para que no ocurra). 
Imagina que un buen día, leyendo algún artículo cuyo título me resulte interesante (o sospechoso), me quede con la boca abierta al descubrir que la persona que lo firma ha copiado casi al 100% una de mis publicaciones más exitosas.
Lo mismo ocurriría si un pintor o diseñador gráfico ve una de sus creaciones plagiadas, o si Joan Roca descubre que una de sus recetas aparece en el libro de otro cocinero (haciendo entender que el plato ha salido de su cabecita).
Mal humor, enfado, tristeza y frustración se convertirían entonces en los protagonistas de lo que, en principio, estaba siendo un buen día.
Si redacto una serie de Post que son de tu agrado, te atrae el diseño de MI web o blog, el logotipo que ME IDENTIFICA y otros aspectos relacionados con MI trabajo, no te voy a impedir el hecho de que te inspires en ciertos detalles (eso hasta podría, en un momento dado, llegar a enorgullecerme), pero ¡por favor! NO COPIES EL TRABAJO DE LOS DEMÁS, sus ideas, sus palabras, trazos o ingredientes. No te los apropies, pues no son tuyos. Esta que estoy creando es MI MARCA, toma de aquí y de allá, inspírate, crea en base a tus objetivos y necesidades, a TU MARCA...pues, al fin y al cabo, será tu autenticidad lo que hará que "vendas".

3. DESCANSA: Si lo que pretendes es autorrealizarte y avanzar hacia tus objetivos, no olvides que todos los cuerpos se desgastan y necesitan reponer energías. Respeta tus horas de sueño, entiende que hay días en los que es necesario "rascarse la barriga" en el sofá. 
Aunque a veces se empeñen en hacernos creer lo contrario ¡NO SOMOS MÁQUINAS!
Nuestro organismo requiere recuperarse del estrés y descansar con el objetivo de asimilar los esfuerzos diarios realizados y poder seguir afrontando la estimulación diaria.

4. COME BIEN, HIDRÁTATE Y MUÉVETE: ¿Hace falta que te diga que este paso se relaciona con el anterior? como sé que inteligente eres un rato, mejor doy por hecho que no.
Mantener un estilo de vida saludable, en complementación con los descansos, va a promover que presentes un mejor estado anímico y percibas como más elevados tus niveles de energía, así como el buen humor (lo que, por tanto, INCREMENTARÁ TU RENDIMIENTO).

5. DEFINE TU ESTRATEGIA: Observando, asimilando, adaptando a tus fines todo lo aprendido, transformando la experiencia en conocimientos, definiendo los pasos concretos que te llevarán a tu objetivo final...
Con un buen plan bajo el brazo (que no pan) y la motivación necesaria, casi todo (por no decir todo) te será posible.

6. NO ENVIDIES LOS ÉXITOS AJENOS, MEJOR CONCÉNTRATE EN ALCANZAR LOS TUYOS.

¿Entiendes ahora por qué todos estos hábitos son FUNDAMENTALES para buscar empleo, alcanzar otro tipo de metas, conservar tu puesto o incluso rendir al máximo en tu "opozulo"?

Una vez hayas aprendido a ponerlos en práctica, en el silencio de tu constancia e inspiración, entendiendo que definir y llevar a cabo una estrategia efectiva requiere su tiempo...cuando alcances tu cima (que lo harás, seguro) comenzarás a disfrutar del ruido que tu éxito se encargará de hacer él solito...no escuches a la envidia y aprende a comprender a todos los que, como tú, han luchado para llegar donde hoy están.

Hasta aquí hemos llegado este jueves de "resaca cumpleañera"...recuerda que estamos celebrando mi paso a la nueva década y el estreno de las dos nuevas secciones del blog con un RETO-SORTEO en INSTAGRAM y FACEBOOK ¡No dejes de participar! Un libro y material de oficina pueden ser tuyos. TÚ PSIQUE PUEDES ser el ganador o ganadora...no pierdes nada con intentarlo ;)
¡Buenas noches, equipo! 

17 de febrero de 2017

"En el País de la nube blanca"

¡¿Cómo estamos hoy, equipo?!
¡Qué bien poder tener dos encuentros seguidos con vosotros en una misma semana!
Sé que estoy rompiendo algunos planes en vuestra apretada agenda, pues ya no solo estáis pendientes de las publicaciones de los jueves, sino que el segundo domingo de cada mes hemos empezado a adentrarnos en el mundo de las técnicas de estudio e historias de valientes opositores, así como el tercer viernes de los 12 meses del año dejaremos un rato para la lectura (que tan necesaria y mágica es) como veis en este recién estrenado rincón llamado PSIQUETECA. Venga, va…reconoce que estas dos citas mensuales no restan demasiados minutos a tu reloj ¡Todo lo contrario! Las ventajas pueden ser gigantescas y tu motivación y energía te lo van a agradecer.
¿PSIQUETECA? Te preguntarás en qué consiste y no tengo la menor intención de dejarte con dudas. Este nuevo y acogedor espacio (puedes imaginarme junto a una chimenea, o en la hamaca de una playa paradisiaca…donde prefieras siempre que estés dispuesto a trasladarte conmigo) está hecho con el objetivo de fomentar la lectura y ampliar conocimientos, así como la calidad de vuestros ratos de ocio y descanso.
Si bien guardo en la recámara reseñas sobre libros de motivación, coaching, recursos humanos, orientación laboral y emprendimiento; no pueden faltar aquí grandes trilogías y volúmenes que han cambiado mi visión y forma de mirar las cosas (que no es lo mismo que verlas) porque el aprendizaje es fundamental, pero la lectura por el puro placer de leer puede ser uno de los máximos respiros de paz en nuestro día a día.
Sé que con el ritmo de vida actual no tenemos demasiado tiempo para dejarnos llevar a otros lugares con un libro entre las manos. Pero ¿y si esta semana intentamos, al menos, leer 20 minutos diarios? Resérvate ese tiempo solo para ti, concéntrate en las sensaciones y emociones que afloran con la palabra escrita, sumérgete en un mundo que puede transportarte a Australia o galaxias lejanas con la lectura de un solo párrafo, saborea un café o infusión mientras lo haces y permítete relajarte tras un estresado día. Desde ya te aseguro que tu calidad de vida aumentará perceptiblemente…y es que pocas cosas hay como poder dedicarse tiempo a uno mismo. El día cuenta con 1440 minutos, yo solo te estoy pidiendo 20.
¿ESTÁS PREPARADO PARA COMENZAR A HACER COSAS SOLO POR TI? Entonces, quédate conmigo, que te presento la primera obra maestra.


Todo comenzó el 5 de enero de 2012. Entre los míos la tradición es la de entregar los regalos de Reyes la tarde de la cabalgata, justo cuando la pasarela de luz, caramelos y papelillos de color pasa bajo el balcón de la casa de los abuelos. Después, la segunda parte de la tradición exige que vayamos (vestidos con nuestra mejor sonrisa) repartiendo y recogiendo los paquetes que los de Oriente hayan podido ir dejando a lo largo del recorrido en las casas de otros seres queridos.
Entonces lo vi. Creo que ya me enamoré, sin saber qué título lo bautizaba, al ver la forma rectangular del paquete que contenía el regalo “Para Marta” junto a la chimenea de un buen amigo de la familia. Era grueso (como a mí me gustan los libros, pensé, porque me dan a entender que encierran tanta historia…). Entonces lo abrí y, justo después de revisar el título “En el País de la nube blanca” y nombre de la autora “Sarah Lark”, fui directa a leer el resumen de la parte trasera intrigada por lo que encerraban sus páginas. Las palabras que me quedaron grabadas desde el primer momento fueron: amor, odio, confianza y enemistad; dos fuertes personajes femeninos; la Nueva Zelanda colonial del Siglo XIX…DESTINO, en una tierra comparada con el paraíso.
Al siguiente día, estrenando también mantita y taza, comencé a dejarme llevar. Quien bien me conoce sabe que uno de mis mayores sueños es el de conocer Nueva Zelanda y Australia, su cultura, paisajes, la pluralidad de su gente y costumbres, los pajarillos “kiwi”, y el temor por tener que escapar corriendo y gritando mientras huyo de uno de los extraños y brillantes insectos que habitan en el lugar (algún contra tenía que tener el paraíso...sobra decir que estoy dispuesta a pagar ese precio y echar alguna carrerita por la zona).
En el País de la nube blanca es una novela que cautiva y absorbe. Si bien la historia se desarrolla en Nueva Zelanda, su lugar de partida es Londres, zarpando desde allí el barco con Gwyneira y Helen a bordo, los dos personajes dominantes en la historia, en torno a los cuales comienza a girar la trama y a crecer la familia que, más tarde, dará mucho de qué hablar en los otros dos libros que componen la trilogía. Cabe decir que, aunque Gwyneira tiene mucho más peso que Helen en la trama, esta última hace apariciones estelares y aporta giros dramáticos a la novela.
Mientras más iba leyendo, más me gustaba. En mi humilde opinión (con el respeto y admiración que hoy hago público hacia la gran Sarah Lark) yo hubiera obviado algunas descripciones sobre el ganado de ovejas, ya que resultaban curiosas, pero en ocasiones algo largas. Pese a ello (es el único contra, sin demasiado peso, que pongo a la obra) la lectura es fluida, amena y el manejo de emociones de los personajes se acerca bastante a la realidad…al tiempo en que lo certero se entremezcla con la aventura y el drama que hacen que no puedas dejar de leer, creando la necesidad de seguir “bebiéndote” la trilogía al completo y otros escritos de la autora.
Lo que más destacaría son las descripciones al milímetro de cada personaje, los paisajes y acontecimientos, haciéndote creer que formas parte del escenario porque, te aseguro, que te sumerge en él conforme avanzas. La novela refleja una época en la que se rozaba la explotación laboral en numerosas ocasiones, así como el comercio de mujeres como “moneda de cambio” mediante acuerdos matrimoniales con el fin de poblar una tierra prácticamente desconocida por aquel entonces. La búsqueda de la oportunidad fuera de nuestra zona de confort, la necesidad de emigrar, la reinvención y lucha por permanecer siendo uno mismo al tiempo que la situación te obliga a transformarte, la construcción de un futuro (con mayor o menor suerte) donde no solo juega un papel fundamental lo material, sino también lo emocional… ¿por qué diría que te suena todo esto? LA HISTORIA SE REPITE ¿verdad?
Antes de que comiences esta fantástica aventura que, dicho sea de paso, me ha dejado las expectativas tan altas que ya pocas novelas me seducen…quisiera aclarar otras críticas que he leído por la red, con las cuales discrepo. Si bien hay personas que dicen echar de menos una mayor profundidad en la descripción de la cultura Maorí, es porque muy probablemente se han quedado en esta primera parte y no han continuado con la saga. En el País de la nube blanca se pone el énfasis en la historia de los colonos británicos que partieron hacia Nueva Zelanda. Sin embargo, en La canción Maorí nos adentramos en la historia de quienes habitaban en el lugar antes de que los colonos llegaran rompiendo su orden y costumbres, suponiendo El grito de la tierra un nexo entre las dos anteriores historias.
¿Basta con leer solo la primera parte? Sí, aunque el final aumentará tus ganas de querer saber cómo continúa. Al fin y al cabo, UNA HISTORIA SE COMPONE DE SUS DIFERENTES FRAGMENTOS…¡Déjame adivinar cuáles serán tus próximos tres libros! ;)

Ahora sí ¡Feliz fin de semana, equipo!

16 de febrero de 2017

Resistiendo la caída ¡Permítete vivir!

No hay nada que hacer. Es jueves y en unas horas está anunciado el post semanal, el equipo que has motivado durante meses espera que llegue la noche y pulses el botón naranja en el que pone "Publicar".
Has tenido una semana difícil (más que eso) y las musas te han hecho la jugarreta de dejar tu mente en blanco, por si ya no estabas resistiendo la suficiente presión...ahí va ¡una dificultad añadida! (y de las gordas).
Normalmente tienes preparada la entrada unos días antes. La estructura, diseño, corregidas las posibles incongruencias o palabrejos raros (que debes cambiar por otros que expresen mejor lo que quieres decir)...TODO está listo para el ansiado jueves (tu día favorito de la semana desde que empezaste a dar forma a la idea que hace tiempo te rondaba la cabeza: TÚ PSIQUE PUEDES)...pero esta vez está sucediendo absolutamente todo lo contrario. No has encontrado el momento, ni la inspiración, para desarrollar ninguna de las decenas de ideas y temáticas sobre las que tienes pensado escribir. A tu equipo tienes que darle contenido de calidad, y hoy no lo tienes.
Para colmo, se ha terminado el café a media mañana, te ha empezado a doler el estómago y estás de contracturas hasta los dientes. No has podido salir a correr y, por si fuera poco, te dan ganas de llorar con todo (reprimiéndolas...lo cual, lejos de aminorar tu pequeño caos, lo agrava).

Vuelves a sentarte, ordenador en las rodillas, la casa con olor a café (que se acabó, pero tú vuelves a hacerlo y listo), ibuprofeno sobre la mesa (rara en ti la medicación, sucediendo lo contrario con los remedios naturales, pero hoy necesitabas que tus enemigos se convirtieran en fuertes aliados)...todo en silencio, al menos por un par de horas. Piensa en tu equipo: ¿qué les gusta? ¿qué querrán oír hoy? y, lo más importante, ¿qué necesitan?

Es entonces cuando caes en la cuenta y piensas "puede que no sea el post perfecto para mí, pero sí para quienes esperan con ganas la publicación..." y te pones a escribir, empezando con nada, terminando con el TODO que supone haber comprendido la lección que las musas te tenían preparada esta semana...


¿Cuánto tiempo llevo sometida a tales niveles de estrés que no podías permitirte caer?
¿Cuánto ha sido el tiempo que llevas sin descansar lo suficiente?
¿Cuántas veces has sentido que caías, que el corazón te latía pidiendo a gritos una tregua, pero no lo has escuchado?
No estoy diciendo que en ese periodo no te hayas sentido cómoda, ni tampoco que no hayas disfrutado haciendo lo que amas (escribir, formación, proyectos, en definitiva...mucho trabajo). Solo te pregunto ¿cuánto tiempo te reprimiste en el camino, con tal de no disminuir tu rendimiento?

Entonces caí en la cuenta de vuestra necesidad, de la mía: cuando sentimos que la caída es prácticamente inevitable, no solo no debemos poner total resistencia, sino que debemos permitir que suceda. Intenta no dejarte atrapar por el miedo o lo negativo de la situación. Tampoco te levantes como si nada. Mejor plantéate, para que puedas aprender de lo ocurrido, ¿qué factores han contribuido a mi bajo rendimiento y mi agotamiento? ¿qué lección extraigo de todo esto?

No todo es positivo, fácil y llevadero. No todo son sonrisas, ni palabras amables o motivadoras. Yo, como tú, también pienso que no puedo en numerosas ocasiones...
Soy una persona más, inundada por decenas de emociones que continuamente andan dándose la espalda o la mano (según les convenga, amanezca el día o mis niveles hormonales determinen). La cuestión es que solo yo soy dueña de dichas emociones, de cómo salga de las situaciones a las que me enfrenten (caprichosamente, o no), el destino, la vida o las casualidades.

Hoy he querido dejarme llevar por lo que mis dedos y mi corazón ha decidido ir definiendo con letras
mediante un teclado. No solo porque en un principio no supiera acerca de qué iba a escribiros hoy, sino porque en mi mente siempre tuve claro que debía transmitiros una importante idea...SEA CUAL SEA LA SITUACIÓN EN LA QUE TE ENCUENTRES, TRATA DE JUGAR LAS CARTAS A TU FAVOR PARA SALIR FORTALECIDO DE ELLA.
No te culpes por ver reducidos tus esfuerzos o resultados, cuando anteriormente has recorrido el camino al 200%.
No te castigues por tener ganas de llorar, por creer que no sirves para hacer algo en un momento dado...analiza qué factores te han llevado a ello (sobrecarga de tareas; falta de descanso; situaciones externas que han restado tiempo a tus obligaciones; o haber dejado de lado aspectos vitales como el pasar momentos de calidad en familia) y, ahora que los tienes, no te presiones y tómate un tiempo para resolverlos (si no puedes hacer dos cosas a la vez, haz una pero bien; duerme y disfruta de tu familia; entiende que a veces debemos aparcar tareas por ciertos contratiempos y que todo seguirá estando ahí cuando puedas retomarlo).

¡Permítete vivir! No todas las emociones son positivas o neutras, las negativas también forman parte del juego de estar vivos. Cuando lleguen las malas rachas, los escritos sin musas, las noches de insomnio, las mañanas sin café, la presión del tiempo en el reloj, tu resistencia a caer...recuerda que, aunque en un principio no lo creas ¡si quieres, finalmente PODRÁS! porque TÚ PSIQUE PUEDES y este lema no ha surgido de la nada o de días de sol...sino del aprendizaje extraído en el anochecer de días grises.

¡Nos leemos mañana, con el estreno de la nueva sección PSIQUETECA!
Posdata: Cruzaremos los dedos, esperando que las musas nos acompañen.

¡Buenas noches equipo!

12 de febrero de 2017

"Cuéntame un cuento...de los que hablan de guerreros"

-¿Que quieres que te cuente un cuento, me dices?- preguntó Sofía, la madre de Luca, a los pies de la cama del pequeño con la mirada cansada fruto de un largo día.
-Sí, mamá. Por favor...ese que siempre me cuentas- exclamó Luca emocionado.
-¿El del guerrero?- volvió a preguntar Sofía con ternura.
-¡Porfi, porfi, porfi! necesito oírlo de nuevo- Luca se mostraba cada vez más exaltado.
-Aún no me explico por qué te gustará tanto...- dijo la madre sonriendo.
-Me ayuda a soñar...- aclaró el pequeño de ojos brillantes.

Érase una vez, allá en el tenebroso mundo donde nace la inseguridad, la esperanza dio a luz a un pequeño guerrero cuya gigantesca capacidad de conquistar el mundo jamás hubieran adivinado nada más verle.
De aspecto menudo, rojos rizos y tímida sonrisa, el guerrero fue creciendo cada vez con mayor incertidumbre por el destino que le esperaba...contaminación, violencia de todo tipo, emigración, facturas impagables, gente muriendo de hambre, despilfarro de alimentos en otros lugares, sed, alcoholismo, aumento de requisitos, reducción de oportunidades, gente que no se pone de acuerdo por un "juego de tronos", exceso de información ¿o era ocultación de la misma?. También había algo a lo que llamaban "tercer mundo", cosa que el guerrero pelirrojo no llegaba a entender "¡Pero si en el colegio siempre decían que mundo no había más que uno!".
De forma que seguía haciéndose mayor, cada vez eran más las cosas que le indignaban: miradas de indiferencia, envidia, costumbrismo en cuanto a los males ajenos (la gente almuerza mientras ve a unos tales "refugiados" en el televisor pasando frío y otras calamidades, cargando bebés que lloran a sus espaldas), materialismo, envidia y falta de tolerancia. 
Para colmo de males, su oculista le comentó que debía ponerse unas enormes gafas "¡¿Gafas?! ahora algunos niños se reirán de mí y el resto mirará hacia el otro lado sin hacer nada".
Pese a todo, el guerrero decidió no redimirse ante el mundo que se desmoronaba delante de todos sin que nadie hiciera nada por reparar todo el daño y las injusticias. 
Un día, decidió tomar su "espada edding" en la mano y escalar la blanca e imponente montaña de libros que dispuso ante sí. Decidió que no quería ver a más personas moribundas en salas de espera o pasillos de hospital, niños que ven enlentecida su educación porque en clase son demasiados, crímenes e historiales sin final porque hay falta de personal, escasas atenciones porque "no se da a basto", personas sin vida por no tener tiempo, y otras con demasiado tiempo como para hacer una vida independientemente de sus padres...el guerrero del cabello rojo conquistó su mundo y contribuyó con sus ganas y fuerza a hacer de lo que nos rodea un lugar un poquito mejor tras cuatro intentos (decían que a la tercera se vencía, pero entendió que algunos guerreros necesitan algún intento más para que su armadura reluzca como es debido).
El guerrero pensó que caería rodando por esa montaña más de una vez, pero su espíritu de lucha siempre resistía y, finalmente, ganó cada batalla (con mayores o menores esfuerzos) hasta que ese sábado marcado a fuego en su calendario como "día de examen" conquistó la cima.

-¿Me preguntas cuál fue una de las cosas que más ayudó al guerrero, Luca?. Te lo diré- añadió Sofía- El guerrero siempre confió en su luz y, en los momentos difíciles solía evocar aquellas palabras de Rosetta Forner en Pídeme la Luna:














-Buenas noches mamá, ahora podré soñar con las estrellas- comentó, bostezando, el pequeño Luca. 
-Sueña con tu luz, que tanto amo, mi futuro guerrero pelirrojo- dijo Sofía, su mamá, mientras acariciaba los rizos del pequeño.

Y a vosotros, mi valiente equipo de guerreros opositores ¿qué deciros?
No quería escribir una publicación cualquiera para un día tan especial como lo es el estreno de la sección TÚ PSIQUE OPOSITAS. Por ello, espero que la historia fortalezca cada uno de vuestros acercamientos a la ansiada y merecida meta que  aspiráis. 
Una vez, no hace demasiado, yo era una guerrera de rizos pelirrojos que aprendió bastantes cosas durante la escalada y quiere compartirlas con todos vosotros, porque creo en vuestra luz...hacedla brillar cada día, por muy gris que amanezca. 

¡Bienvenidos a este nuevo espacio de guerreros opositores! ¡Que la lucha continúe!

9 de febrero de 2017

Buscar trabajo sin experiencia "Sácate partido sin miedo a perder"

¡Buenas noches equipo!

Aquí me encuentro, un jueves más, con ración extra de energía porque al fin ha llegado nuestra apreciada cita ¡¡si bien esta semana nos veremos dos veces!! así que doble alegría para mí, y espero que para ti también.
FEBRERO ES UN MES DE ESTRENOS...porque empezarán a tomar forma dos nuevas secciones en el blog: este domingo Tú psique opositas (para los valientes que se atreven a dar el paso y conseguir su plaza con uñas y dientes) y el viernes de la semana que viene Psiqueteca (aprovechando que a más de uno nos apasiona la lectura). 
Además, el día 22 cumplo años estrenando década (sí, sí...aunque aparente menos por mi reducido tamaño,estoy con un pie en el 3) y para celebrarlo con vosotros, que me dais tantas alegrías, estoy preparando un reto con premio incluido que sé que ¡os encantará!

Dicho esto, empecemos a hablar del tema que hoy nos ocupa, porque ¿quién no se ha preguntado alguna vez cómo podría "venderse" sin experiencia laboral? 
Interesante ¿verdad? especialmente porque aunque tú abarques unos cuantos años de experiencia, seguro que te has acordado de alguien que no ¿quizás de los jóvenes de la familia? 
Si es así, quédate conmigo...esto te interesa ;) 

Ya lo ves, ni el mismísimo Steve Jobs tuvo miedo a empezar desde cero...como tú, que hoy has decidido leer estas lineas porque cada vez sientes con mayor fuerza la proximidad de tu primera experiencia laboral y, con ella, la búsqueda previa de la oportunidad que promueva este acercamiento al mundo de los negocios.

Estoy segura de que Jobs sintió temor, presiones, estrés, incertidumbre y ansiedades. Probablemente no pegó ojo durante más de una noche y ¡como si lo estuviera viendo! en sus primeras reuniones y acercamientos a quienes vio como posibles colaboradores para poner en marcha su ambicioso proyecto, seguro que le temblaban las rodillas y sentía que el corazón le rompería la camisa (por muy bien que se expresara y más seguridad que transmitiera, la procesión va por dentro, como suelen decir por mi tierra). 
Pese a todo ello, desde que leí esta expresión supe a qué se refería. Probablemente, Jobs experimentó síntomas adaptativos como la inquietud que te impulsa a caminar hacia tu objetivo, la preocupación por si las cosas no van según lo previsto, y todos los que mencioné en el párrafo anterior, entre otros...pero, para alcanzar tan gigantescos logros, me aventuraría a decir que no hizo caso del MIEDO que frena y paraliza, que tira por la borda las ideas a la primera que alguien tenga la osadía de soltar eso de "pero si no tienes experiencia", "¿pero cómo vas a conseguirlo si nunca has hecho algo parecido?" o "¿pero tú te crees que con los años que llevamos en el mundo no lo han intentado mil veces antes que tú?". Ese es el miedo al que Steve Jobs no temía para construir un imperio de la nada, como diría el pescadero más famoso de la tele. 

Pero, pero, pero...¿cuántas veces te has topado con un PERO a lo largo de tu vida? tengas 23 o 60 años, seguro que han sido demasiadas...aprovecho para comentar a los más jóvenes (al menos en edad, no entrando a mencionar aquí al espíritu), que la preocupación producida por este tipo de comentarios es inversamente proporcional a la cantidad de velas que cada vez van ocupando mayor espacio en las tartas de tus cumpleaños.
No te dejes llevar por los "peros" y miedos paralizadores de quienes alguna vez no se atrevieron a enfrentar sus propios temores en el camino hacia sus propios objetivos. 
Te aseguro que todos los comienzos asustan, pero no deben frenarte y promover la misma reacción que si te encontraras en una mansión abandonada (valga decir que en mitad de la noche) sabiendo que en ella solo estáis tú y un asesino en serie.
Más bien te hablo de la sensación que produce dar un salto en paracaídas (en caso de que no te den pavor las alturas, como a la que os habla), descolgar el teléfono para llamar por primera vez al chico o la chica que misteriosamente hace que tu barriga sienta cosquilleos al veros, o incluso exponer tu trabajo de fin de grado...
Queda claro ¿verdad?

Ahora que sabes distinguir perfectamente qué es adaptación de lo que no ¿cuál es el camino que has elegido tomar?
Si has decidido empezar a poner nombre a tu futuro, entrenar tus competencias y habilidades, sacar partido a lo que eres capaz de hacer (independientemente de que tengas experiencia)...sólo entonces ¡te invito a permanecer conmigo y ponerte manos a la obra para comenzar a buscar trabajo!
De lo contrario...esta lectura puede que no sea la perfecta para ti y quizás debamos empezar por analizar qué es lo que te frena con el objetivo de echarlo a rodar (no te preocupes que lo trataremos en otras publicaciones y, si tienes mucha prisa, siempre puedes ponerte en contacto conmigo).


Hace poco cayó en mis manos la oportunidad de poder ayudar a alguien sin ninguna experiencia...alguien a quien aprecio y agradezco concederme el privilegio de contribuir a sus primeros pasos en esto de buscar las primeras oportunidades laborales.
De cada reto que cae en mis manos trato de extraer mi propio aprendizaje, mi propia experiencia (aprovechando que hablamos del tema) y no me resistí a dejar pasar la ocasión de compartir con vosotros algunos de los aspectos que, pude observar, estaban fallando.

1. CREA TU CURRICULUM: La persona que confió en mí para comenzar a avanzar en pro de su objetivo no tenía curriculum. Si bien esto es algo normal para quienes nunca han trabajado, debería ser casi obligatorio para quienes ya se han planteado comenzar a buscar empleo o prácticas. Poniéndome a mí misma como ejemplo, hasta el momento en que me incorporé al mercado laboral (en mi caso fue bastante pronto) iba anotando en mi CV (cuya estética, distribución de contenidos y formato nada tiene que ver con el que es hoy) toda la formación (reglada o no) que iba recibiendo, adaptaba mis datos personales en caso de que hubiera algún cambio (email, teléfono...), actualizaba la fotografía en busca de algunas más apropiadas e iba incorporando datos de interés al final de la página. 
El apartado de experiencia estaba en blanco (en ese momento no sabía que ahí pudieran ponerse datos) pero la intención y el esqueleto de mi primer curriculum estaba ahí ¿no creéis que esto mostraba interés y planificación por mi parte en cuanto a la consecución de mis objetivos?
Bien ¡ahora ya sabes cuál es tu PRIMERA TAREA! haz click aquí, que te explico cómo puedes redactar un buen curriculum.
¡IMPORTANTE! Pon bien a la vista tu titulación más relevante. Los reclutadores suelen prestar mucha atención a la última experiencia, así que para perfiles junior (al no contar con demasiada o ninguna de esta) es altamente recomendable destacar la formación.

2. FOTOGRAFÍA Y FORMATO: Si no tienes demasiados datos que añadir, al menos haz que lo poco que puedas exponer sea de calidad e indique cuidado en los detalles.
Siento repetirme hasta la saciedad, pero ¿qué trabajo costará hacerse una foto delante de un fondo neutro (vale con una pared blanca) un día en que lleves alguna camisa o cualquier prenda en la que no se te vea más escote que cara? no me vale que me digas que tu teléfono no hace buenas fotos cuando, diariamente, veo en tu instagram imágenes con una calidad digna de portada de revista. 
Ya sabes cuál es tu SEGUNDA TAREA: tómate una buena foto y ¡no olvides sonreír en ella!

3. INCLUYE UNA CARTA DE PRESENTACIÓN: Justo pinchando aquí accedes a un enlace donde te explico cómo poder hacerlo. 
El objetivo en este caso es que hables de tus motivaciones, expectativas y lo que puedes aportarles. Demuestra que te has estado informando de cómo trabajan y cuáles son sus valores para, en la carta, hacerles ver que encajarías a la perfección en su equipo. Demuéstrales, también, que aunque no tengas experiencia laboral no te has dedicado a estar sentado en el sofá, sino que has ido acumulando conocimientos y experiencias de otro tipo, haciéndote todo ello merecedor del puesto.
¿Hace falta que te diga cuál es tu TERCERA TAREA?

4. APARTADO DE EXPERIENCIA: Ya sabemos que no tienes experiencia laboral propiamente dicha, sin embargo, apostaría que sí que has participado en alguna asociación o club, realizado algún tipo de voluntariado, o cuentas en tu historial con participaciones similares. 
En el caso de la persona que solicitó mi ayuda había participado activamente durante varios años en una agrupación juvenil. En su cargo, se ocupada de organizar eventos, contactar con otras organizaciones e incluso moderar reuniones tomando acta de los acuerdos establecidos en las mismas. 
CUARTA TAREA: anota todas las situaciones que hayas acumulado de este tipo (da igual cuántas sean si son reales) y no te olvides de plasmar tus funciones. 

5. ORGANIZA TU ESTRATEGIA: Abre un perfil en los distintos portales de empleo (como InfoJobs) y en LinkedIn, define tu plan de acción, haz networking y conoce personas que puedan abrirte camino, infórmate de todas las bolsas de prácticas y programas de los que podrías beneficiarte, apúntate como demandante de empleo...
QUINTA TAREA y probablemente la que más tiempo te ocupe, pero mayores satisfacciones y recompensas te produzca.

Me encantaría decirte que todo irá sobre ruedas y no encontrarás ningún obstáculo, pero mucho me temo que estás a punto de abrir la puerta que te lleva "al mundo de los adultos". Como Steve Jobs, como yo...encontrarás obstáculos, "pero" y un sinfín de sensaciones que ¡a menudo resultan tan incómodas!
Sin embargo, como Steve, como yo...nunca permitas que el miedo frene tu impulso de querer llegar a ser quien te has propuesto.
Nadie dijo que fuera fácil, pero sí te digo que merecerá la pena...así que no me queda otra que ofrecerte mi apoyo incondicional, darte la bienvenida a las muchas emociones y experiencias que te están esperando, y el deseo de que nunca tengas que arrepentirte de haber perdido una oportunidad por el miedo a perder.
¡Salta hacia tu futuro y entra con paso firme! Aquí, al otro lado, somos muchos los que te estamos esperando dispuestos a echarte una mano...porque algunos nunca olvidamos que nosotros fuimos los primeros que hace más o menos años necesitamos sentir que alguien estaba ahí para apoyarnos. Porque puede que alguna vez yo también te necesite. Porque creo en ti y en que TÚ PSIQUE PUEDES ser tan (o más) válido como cualquier otro...cree en ti, yo ya lo hago.

¡Hasta el DOMINGO, equipo!

2 de febrero de 2017

Y para ti ¿qué es la felicidad?

"Una casa con techos altos, muebles funcionales a la par que bonitos, con jardín...no nos olvidemos del garaje (mi descapotable rojo no puede "dormir en la calle" o tardará en llenarse de arañazos el tiempo en que los envidiosos salgan de sus casas), y tampoco del perro de anuncio correteando con los niños alrededor de la piscina (da igual que suelte demasiado pelo o que se ensucie, porque me puedo permitir contar con una amable señora que duerme en el ático y se ocupa de hacernos de comer, planchar nuestra ropa, cuidar de la mascota e incluso de leer cuentos a mis hijos por las noches, mientras yo me doy un baño relajante tomando una copa de vino francés). 
Un marido encantador, con unos dientes tan blancos que escandilan, y hoyuelos en las mejillas cuando sonríe...apuesto, elegante y todo un caballero (tanto que todas las noches acompaña a su linda secretaria a casa, vaya a ser que le ocurra algo). Los niños y yo apenas le vemos, pero es que está desbordado con tanto trabajo (es director financiero en una importante multinacional y, claro, viaja demasiado). Eso sí, los pequeños casi no lo extrañan, están tan distraídos durante sus diez horas diarias en el colegio irlandés, y sus clases de francés y danza por las tardes, que casi no tienen tiempo de acordarse de nosotros ¡Estos críos de hoy en día!
¿Que a qué me dedico? Bueno, pues...me encargo de renovar el armario, ir a clases de yoga y organizar nuestras vacaciones de invierno y verano...jajaja ¡No, no! me dedico a organizar las tareas diarias de Betty (la amable señora que convive con nosotros en el ático) y planificar el menú semanal. Digamos que llevo la gestión de mi hogar."

Que levante la mano quien haya leído el párrafo anterior con "acento pijo".
¡No me equivocaba! He visto más de una mano por lo alto y, después de decir esto y leeros la mente, también he podido intuir bastantes sonrisas.

Puede que la situación anterior suene exagerada, sin embargo ¿realmente pensáis que es tan infrecuente como imagináis?
Me diréis que con vosotros no va la cosa y que esa descripción de la "FELICIDAD" va con otros "niveles sociales" (lo entrecomillo porque, a mi modo de ver, el nivel no está determinado por los bienes materiales que se tienen en el bolsillo, sino por la educación, calidad humana y valores que vamos acumulando como PERSONAS...tengamos más o menos comodidades).
De acuerdo, si bien pretendía dar un toque de humor y color a este frío y lluvioso día, es ahora cuando empiezo a ponerme seria...¿pasamos a otra descripción común de lo que entendemos por "FELICIDAD"?:

"Yo soy feliz con bien poco. Me conformo con tener un techo (mi hipoteca no es demasiado alta y en 30 años la casa será mía), eso sí, con una pequeña terracita donde quepan al menos una mesa y dos sillas para poder desayunar al sol en invierno, o cenar las noches de verano. 
¿Vacaciones? Bueno, con poder ir algún que otro fin de semana a la playa me siento feliz...date cuenta de que mi trabajo solo me permite librar dos fines de semana completos al mes.
¿Que de qué trabajo? soy becaria en una compañía de mucho prestigio, mi familia está muy orgullosa de mí. Trabajo a jornada completa por 600 euros al mes, pero para ser becaria no está nada mal ¿eh?
Me gustaría ser madre de dos niñas y un niño (no entiendo cómo hay mujeres que hoy en día se planteen no tener hijos), eso sí, en cuanto el sueldo me lo permita y mi marido encuentre trabajo (no te he dicho que estoy casada desde los 26 años) porque ahora mismo no me lo puedo permitir. 
Echo de menos a mi marido, porque solo lo veo el rato del café por las mañanas y cuando llego a casa para cenar. Luego siempre intentamos ver una peli, pero no hay noche en la que no me duerma a los diez minutos de empezar...entonces, durmiendo en sus brazos, también soy feliz."

No es ahora cuando voy a haceros la pregunta acerca de quién se siente identificado con esto. Mejor voy a plantear otras... 
¿ALGUIEN MÁS SE ENFADA, Y MUCHO, CUANDO PIENSA EN LO QUE NOS HAN HECHO ENTENDER POR "FELICIDAD"?
¿ES ESTO LA "FELICIDAD"? 
¿ES ESTA LA "VIDA PERFECTA" QUE SIEMPRE SOÑASTE?

Tener casa, un buen trabajo (aunque esté mal pagado), marido o mujer (aunque no podáis veros demasiado), coche, pequeñas y muy esporádicas escapadas, tener hijos (o la intención de tenerlos), permitirte un capricho de vez en cuando (alguna camiseta, perfume o esas zapatillas. Un libro o incluso ir al cine) y poder ir pagando facturas...
Señores y señoras componentes del equipo tú psique puedes...siento decirles que esto NO es "FELICIDAD".
Llámalo adaptación, habituación, acomodación o conformismo. Llámalo como quieras, puede tener estos y otros muchos calificativos más, pero no ese. No al menos para mí que, como vosotros, desconozco la fórmula secreta para alcanzarla de forma plena y duradera. No para mí, que estoy hecha de pequeños momentos a los que catalogo como felices...no quiero pensar que es lo que nos han hecho imaginar prácticamente desde el momento en que venimos al mundo.
¿QUIÉN HA SIDO TAN IMPORTANTE COMO PARA HACERNOS CREER QUE LA "FELICIDAD" ES ESTO? Puede que esta haya sido su idea de tal concepto, pero no la mía.

Hoy me he decantado por sacar los pies del plato, sabéis que me gusta romper la dinámica habitual en algunos post y hablaros sobre aquellas cosas que me mueven las tripas. Hoy me he propuesto, una vez más, recordaros que solo nosotros somos responsables de nuestras  propias vidas, de fabricar lo que para nosotros son momentos felices en nuestro día a día.
Está bien vivir conforme a normas y cánones sociales si es lo que queremos hacer. Está bien lo de ganarse la vida para poder ir pagando facturas. Pero también está bien romper con lo cotidiano, empeñarnos en cumplir nuestros sueños, construir nuestra vida en torno a lo que consideramos qué es nuestra "FELICIDAD"...RESPETAR que otros no compartan nuestro ideal.
Si uno quiere vivir en una mansión, se esfuerza por conseguirlo, y finalmente lo alcanza...¡ole!
Si otro prefiere sentir la libertad de no vivir anclado al sistema, y decide marcharse a vivir a una cueva sin electricidad en mitad de una playa...¡ole que ole!

Ahora te cuento lo que para mí es la "FELICIDAD" o, al menos, las pequeñas pero grandes cosas de que se compone...recuerda que este no tiene por qué ser tu ideal de vida. Lo que busco con esto, es que REACCIONES y seas sincero contigo ¿ESTÁS VIVIENDO COMO QUIERES O COMO TE LO IMPONEN?

"Me llamo Marta y no conozco la felicidad. De hecho pienso que nadie la conoce. No creo que existan estrategias específicas, ni acciones que te lleven a ella. No conozco la felicidad tal como me han hecho creer que es.
Lo que yo conozco es otra cosa, no tiene nombre y se compone de intensos momentos que ¡por favor! me muero por repetir una y otra vez...no sé cómo se llaman, pero sí tengo la suerte de identificarlos y saber que vienen a hacer brillar mi mirada en cuanto se aproximan.
Entonces, cuando me brillan los ojos, me late fuerte el corazón, mis rodillas tiemblan y no puedo dejar de sonreír...solo entonces, es cuando creo que soy feliz (pero no como me han hecho creer,sino como yo creo que corresponde a dicho término).

¿Sabéis? hay una curiosidad en todo esto: SIEMPRE QUE ESTOS MOMENTOS TIENEN LUGAR TENGO BIEN CERCA A ALGUIEN QUE ADORO. 
Una amistad, mi chico o alguien de mi familia...da igual quién sea pero, eso sí, tiene que ser una persona a quien quiero mucho, mucho, mucho.

Y da igual si tengo un billete carísimo de avión en la mano, un café, o incluso nada...

¡Ey! Puede que acabe de dar con el secreto de lo que llaman felicidad...normalmente la asociamos con el trabajo perfecto, el desarrollo personal, la casa ideal o los objetivos que vamos alcanzando.
Está bien, estas cosas nos dan grandes satisfacciones, pero ¿felicidad? son los momentos que comparto con quienes hacen vibrar mi pulso y aflorar mis emociones. Son personas, risas, abrazos e incluso riñas (que luego conllevan reconciliaciones).

Es morirme de la risa con mi mejor amiga hasta sentir dolor en la tripa.
Es mirar a mi madre y pensar ¡pero cuánto la quiero! y dar gracias a la vida porque la tengo a mi lado. 
Es llamar a mis amigas de la infancia y sentir que, aunque llevemos semanas sin hablar, el tiempo no ha pasado por nosotras.
Es viajar con mi chico descubriendo lugares nuevos juntos, hacerle una fotografía con algún bonito paisaje de fondo, y pensar ¡qué guapo es!
Es cantar con mis amistades bajo la lluvia en las fiestas de mayo y que no nos importe mojarnos.
Es cenar con mi familia, dormir con mi abuela en el hospital y que me cuente cómo cocinaba la sopa de tomate, ver orgullo en los ojos de mi abuelo cuando me mira y pensar ¡si tú supieras que yo estoy el doble de orgullosa de ti, Periquín!

Es eso y mucho más.
No es tener un techo, es compartirlo.
No es tener coche, sino poder viajar en él (mucho o poco) al lado  de quien quieres y descubrir paisajes que casi se asemejan a lo bonita que esa persona te resulta.
No es ver la película de risa, sino observar cómo quien te acompaña sonríe, haciendo que tú lo hagas un instante después.
No es tener trabajo, es el orgullo que ves en los ojos de quienes tanto se han esforzado para que tú llegues donde estás.
No es ir de compras, sino probarte sombreros delante del espejo con tu madre y llorar de risa porque haya alguno que nos siente fatal. Es hacer un parón entre tienda y tienda para compartir un café con ella, o con tu mejor amiga, y hablar de la vida y de cómo arreglaríamos el mundo...

¡Qué FELICIDAD! he dado con mi fórmula secreta para poder definir lo que este concepto significa para mí...puede que te sirva, puede que no...pero te aseguro que la emoción de descubrirla es inmensa."

Y para ti ¿QUÉ ES LA FELICIDAD?