1 de junio de 2017

"Yo invito, tú pagas" Razones por las que tienes que poner precio a tu trabajo

¡Buenos días, equipo!
¿Qué tal si hoy damos un agradable paseo juntos? Esta mañana abrí los ojos de buen humor, con el chip cambiado y, acto seguido, pensé en lo bien que me caéis todos…por ello he decidido que hagamos un recorrido por los lugares donde más nos apetezca (invito yo, por supuesto).
Sigue leyendo, si quieres ver dónde acabaremos al final del día.

Parada número 1: 
Antes de recogerte en casa, o en algún otro lugar de tu preferencia, he decidido que me pasaré por el concesionario que me pille más cerca. Una vez allí, sin apenas mediar palabra, les dejaré mi coche y lo reemplazaré por cualquier otro que sea nuevo (eso sí, debe tener los asientos de cuero y un maletero bastante amplio). De camino a nuestro punto de encuentro pararé en alguna estación de servicio, llenaré el depósito de mi nueva adquisición comentando al personal un amable “es que lo necesito”, y me iré sin hacer el mínimo gesto de sacar la cartera o preguntar cuál ha sido la cuenta. Vale, vale…no te impacientes, que ya llego.

Parada número 2:
Te invito a desayunar. Pero no un desayuno cualquiera ¡qué va! Hoy tomamos tostadas francesas, café recién hecho, zumo de naranja y cogeremos algunos bollitos aromatizados con vainilla y coco por si acaso nos entra hambre a media mañana. Por cierto, no faltarán la fruta fresca, flores sobre la mesa, ni las vistas al mar.
Avisa cuando termines de saborearlo todo…yo, mientras tanto, iré a explicar a la propietaria del precioso establecimiento que “tenía hambre y no me quedaba otra que pedir lo mejor de la carta”. Por supuesto que no pagaré…alimentarse es una necesidad primaria.

Parada número 3:
Camino a nuestro próximo destino me comentas que está teniendo problemas de pareja y que no sabes en qué acabará lo vuestro. No te preocupes, todo tiene arreglo ¿vamos a un Psicólogo especialista en el tema, o acudimos directamente a un abogado que tramite la separación de divorcio? No te preocupes por el precio, no van a cobrarnos nada…lo estás pasando mal y las necesidades no se pagan.
¡Ah! ¿también requieres servicios de orientación laboral? No te preocupes…me dedico a ello, de hecho te ayudaría encantada, pero hoy estoy de vacaciones. Sin embargo, envía tu CV a la dirección de email que te voy a dar. Como necesitas encontrar trabajo para poder pagar facturas tras la ruptura, estoy segura de que esta orientadora tan encantadora te ayudará sin poner precio a su actividad, revisándote el curriculum gratuitamente y definiendo tu plan de acción en la búsqueda de empleo…sobra decir que alguna sesión preparatoria para superar entrevistas de trabajo con seguridad también caerá.
¡Dale! No dudes más en enviar el documento…no puede oponerse.

Parada número 4:
¿Has visto qué fácil ha sido? En el mundo hay más personas buenas que malas ¡lo que pasa es que las segundas hacen más ruido!
¡Un momento! Aún no estás relajado…¿qué te parece si nos vamos de shopping y luego nos damos un masaje mientras tomamos un té con pastas? Ya sabes cuál es el procedimiento…tú no tienes que preocuparte por nada, yo invito. Está totalmente justificado, “necesitamos renovar fondo de armario y liberar tensiones”.

Parada número 5:
Te llevaré a casa en un par de horas, pero antes disfrutaremos de la joya de la corona…nos colaremos en el concierto de ese grupo nuevo al que vi actuando por casualidad hace un par de meses y que promete bastante. De paso nos haremos con un autógrafo (por si las moscas). Un bailoteo (mojito en mano) a cualquiera le hace bien con estas calores…”¡LO NECESITAMOS!”

¡Menudo jueves el nuestro! Hemos hecho de todo y no hemos pagado un duro. Las necesidades no se pagan...
¡¿PERO ESTAMOS LOCOS?!

Imagina que un día cualquiera entra por las puertas de tu negocio, tu vida o tu casa un personaje de esta talla. Imagina que llega con este tipo de pensamientos, queriendo arrasar con todo a su paso…el problema es que no hace falta imaginar demasiado ¿verdad?
A menudo nos encontramos con situaciones de este tipo...vale, quizás no tan exageradas ¿o sí? De lo que estoy segura es de que jamás se me ocurriría solicitar un servicio o adquirir un producto sin pedir información de costos o incluso disponibilidad, esperando que sea de forma gratuita porque es una necesidad para mí.

Debido a que he recibido a varios “clientes” de este tipo a lo largo de mi vida, y puesto que no me gustaría que vosotros lo paséis mal cuando tengáis que enfrentar este tipo de situaciones, anotad en vuestra libreta de “ASPECTOS A TENER EN CUENTA A LA HORA DE VALORAR LO QUE HACEMOS” este breve listado de tips que, lejos de espantar a quienes no hacen bien a vuestros proyectos, al menos facilitarán el hecho de que os anticipéis a este tipo de situaciones.
Hasta aquí el post semanal, equipo. Recordad que mañana tenemos recomendación PSIQUETECA en nuestros distintos perfiles de redes sociales. Además, el domingo estrenamos nueva entrada para nuestros valientes opositores en TÚ PSIQUE OPOSITAS...¡Esta semana estamos a tope! No os perdáis nada ;)
Y recordad respetar el trabajo ajeno (y el propio).
¡Buenas noches!

2 comentarios:

  1. Genialísimo!!! Cómo siempre!!
    Por desgracia muchas veces me he encontrado en varias ocasiones en esta situación. Sólo quedar decir que paciencia y por supuestísimo, valorar tus capacidades.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por compartir tu opinión en el blog! De paso, invito a mis lectores a seguir tus ilustraciones de "La manta a la cabeza". Todos deberían verlas...reivindican, defienden derechos, promueven la tolerancia y el respeto...desde el humor ¡Geniales! Un abrazo y feliz semana;)

      Eliminar