15 de abril de 2019

Ser madre es cambiar el quiero por el puedo

¡Buenas noches equipo!

Cuántos meses he ansiado  saludaros así, desde mi blog: la ventana que me abrís para que pueda colarme por unos minutos en vuestro mundo.
No pretendo excusarme en nada porque entiendo que, quien quiere, puede y lo hace. Quizás la maternidad no ha sido tan fácil como la suponía (la subestimé, claramente). Eso añadido a que Luca (en adelante, como os cuento en redes sociales, mi becario) es un niño muy inquieto y poco (poquísimo) dormilón. Tanto que la pasada noche, sin ir más lejos y tras un puñado de breves despertares, se despertó a las cinco de la madrugada y no volvió a pegar un ojo hasta cuatro horas después.

Últimamente tenía la sensación de vivir para trabajar, arreglar la casa y estar pendiente de las tareas menos agradables para con mi becario favorito (léase cambiar pañales, tratar de consolar su llanto cuando lo saco del baño, darle de comer con más paciencia de la que nunca pensé que tendría, llevarlo al médico...). En definitiva, sentía que poco estaba haciendo para regalarle tiempo de calidad más allá de las obligaciones diarias, y regalármelo a mí, dicho sea de paso.
Sé que los primeros años son difíciles, sé que "es ley de vida"...bla, bla, bla...también he aprendido que si no delegas, no hablas, no gritas (de ser necesario) nadie puede oírte y, por tanto, nadie va a echarte el cable que necesitas para descansar, darte una ducha sin prisas, ver la serie que te gusta, tomar un café tranquila, poner rumbo fijo hacia tus metas (esas que tienes aparcadas, pero que tanto te ilusionan).

Y AQUÍ ESTOY cambiando el quiero por el puedo, como me aconsejó mi compañera Helen Gómez a través de un comentario en facebook (no imaginas, Helen, el poder que tus palabras ejercieron en mí...GRACIAS).
Aquí estoy para pedirte que nunca abandones tus sueños si realmente encierran lo que aspiras a ser.
Aquí estoy para repetirte una y mil veces, si hicieran falta, que creas en ti y en aquello que te diferencia del resto y, al mismo tiempo, hace que te complementes con ellos.
Aquí estoy para confesarte que, si bien la maternidad real no vive en la utopía de la conciliación que nos quieren vender (aún queda tanto camino por andar), tú puedes ser más que madre (o padre, aunque me dirija aquí a nosotras por afinidad, entiéndase)...puedes ser quien siempre quisiste, quien sueña y ve cumplidos sus anhelos. La profesional que siempre aspiraste a ser, y para lo que te preparaste y pusiste tanto esfuerzo...créeme, tu hijo se sentirá tan orgulloso de ti, mamá, que persigues tus metas...tú, al tiempo, estarás tan feliz de transmitirle tan bellos valores. De, indirectamente, decirle que no se duerma en la cuneta con la de caminos que hay para alcanzar sus objetivos...

Equipo, me cuesta reconocer muchas de las cosas que hoy os cuento, pero 
¡qué bien sienta comunicar desde la experiencia!
Antes de ver la claridad y de contar con altos niveles de motivación he visto sombras (a veces vuelven, como esta madrugada cuando el becario dijo "hasta aquí llegué"...pero se disipan y vuelven a dejar entrar la luz).
Antes de escribiros hoy, de decidir volver a las redes, de empezar a planificar mi recorrido para llegar a mi cima...me he sentido la peor madre del mundo por no saber descifrar algún que otro llanto, por desesperarme a las 5 de la madrugada, por sentirme cansada...sí, has leído bien, las mamás nos sentimos culpables hasta de sentir agotamiento (después de salir del trabajo, poner 10 lavadoras y limpiar la casa para verla llena de migajas y cacharros 20 minutos después) por no poder dar el máximo de nosotras (aunque lo demos, pero no lo vemos así...no vemos que para nuestros hijos siempre seremos la mejor madre del mundo).

¿Cómo he conseguido estar aquí hoy, diez meses después de convertirme en mamá?

1. ENTENDIENDO QUE PARA DAR LO MEJOR DE MÍ, PRIMERO TENGO QUE QUERERME, Y MUCHO.
No es fácil, quizás es el punto más difícil pero, por ser el aspecto más importante, lo anoto en primer lugar no vaya a ser que se te pase por alto.
Quiérete, acepta que si bien hoy no eres quien quieres ser, algún día no muy lejano (poniendo ganas y empeño) lo vas a conseguir. 
Acéptate con tus virtudes y defectos...es esta mezcla la que te constituye y crea esa magia que solo vive en ti, esa magia única que cada uno de nosotros alberga...déjala salir y contamina el mundo con ella. Pero antes, quiérete y asume que no puedes llegar a todo.

2. BUSCA TU MOMENTO PARA DEFINIR TU PLAN DE ACCIÓN.
¿Buscas empleo?
¿Quieres emprender?
¿Necesitas un ascenso en tu empresa?
¿O, por el contrario, lo que quieres es quedarte en casa un tiempo más para educar tú misma a tu bebé?
Adelante, sea cual sea tu objetivo, defínelo con claridad y empieza a elaborar tu plan de acción.
En otras entradas te explico cómo puedes hacerlo...no lo dejes para mañana y empieza hoy mismo.

3. GESTIONA TU TIEMPO.
Siempre lo dije, y hoy lo hago con más convicción que nunca:la planificación y organización de tu trabajo y tu tiempo son aspectos clave para conseguir cualquier cosa. Que la desorganización no te frene.
Ayúdate de una agenda y otras herramientas útiles para que los imprevistos no te pillen en la luna.

4. EXPLORA, SAL A CONOCER GENTE, LEE.
Empápate de todos los conocimientos que puedas. No te quedes ante la página en blanco y te conformes con que "hoy no ha podido ser". Escribe todos los días una idea, por muy loca que sea, en relación con tu proyecto...una de ellas puede ser la clave para alcanzar tus aspiraciones.
¿Cómo evitar que la aspiración te abandone? Lo que te comentaba...lee mucho (pero no copies ideas, solo deja que otros te inspiren), haz networking y busca qué puedes ofrecer (no solo qué pueden ofrecerte). En casa difícilmente te lloverán ideas...no te estanques.

5. CONFÍA EN TI. 
Si no lo haces tú ¿quién lo hará?
Si lo haces ¿quién va a oponerse a tanto derroche de fuerza y autoconfianza?

Mujer, espero que hoy no solo te lleves la idea de que creo en ti, de que hay muchas en tu situación...mujer, hoy espero, sobre todas las cosas, que creas en ti. No te conformes con ser mamá (aunque sea el papel más intenso y precioso de tu vida)...entiende que para ser la mejor mamá, antes necesitas ser tú misma.


¡Tú psique puedes!

No hay comentarios:

Publicar un comentario