29 de abril de 2019

Elecciones vitales

A veces, quizás demasiadas, se nos ponen por delante diferentes situaciones que nos obligan a comernos el coco antes de tomar la decisión que creemos acertada. Eso si finalmente la tomamos, claro.

¿No sabes si invitar a la comunión de tu primogénito a tu prima la de Cuenca,que nunca ves?
¿Qué vestido es el ideal para la boda de tu mejor amiga? 
¿Ponen dos de tus series favoritas al mismo tiempo?

En serio no creerás que vengo a hablarte de este tipo de decisiones. Elegir una u otra opción no es vital en ninguno de los casos anteriores:
Tu prima de la de Cuenca no va a tenerte en cuenta el que no la invites si solo la has visto tres veces en la vida.
Estás preciosa con lo que te pongas y, en todo caso, la que tiene que elegir "el vestido de su vida" es  tu amiga.
Da igual qué serie veas, al día siguiente podrás disfrutar de la otra desde alguno de tus dispositivos.

"Vivir no es ni más ni menos que hacer una cosa en lugar de otra". Quizás Ortega y Gasset anticipó esta entrada al realizar esta afirmación...bromas aparte, estaréis de acuerdo con la que os escribe cuando digo que elegir es vivir. Cada día rondan por tu mente pensamientos de cambio importantes (no me estoy refiriendo aquí a la relación que mantienes, o dejas de mantener, con tu prima conquense):
¿Cuántas veces has dudado al tener que elegir entre personas, oportunidades o incluso en las urnas (ayer  mismo)?
¿A qué colegio van tus hijos?
Tras la baja maternal ¿tiramos de los abuelos o lo llevamos a la guardería?
¿Nueva oportunidad laboral que implica un cambio de residencia a kilómetros de casa?
¿Sigo trabajando por cuenta ajena o pongo en marcha mi idea de negocio y me lanzo a la aventura de emprender?

Como todos vosotros, a lo largo de mi vida he ido tomando decisiones, algunas buenas y otras no tanto. Cambié de residencia, tengo ideas proyectadas hacia el futuro próximo, decidimos no llevar a nuestro hijo a la guardería (al menos durante su primer año de vida), y dentro de poco tendremos que decidir si elegimos un colegio distinto al que "le toca" por la zona en la que vivimos (que no termina de convencernos, aunque nos decantamos por la enseñanza pública).
A través de mis propias decisiones y las de algunas personas de mi entorno próximo extraje una conclusión general: 

Ahora que estás pensando en lo que te he dicho, una de las posibles conclusiones que puedes extraer es la siguiente: NO DECIDIR ES IMPOSIBLE, si no lo haces estarás dejando todas las cartas en la mesa al azar. 
Antes de terminar el post te daré una serie de tips para que puedas ponerlos en práctica ante cualquier toma de decisiones. Son claves sencillas, lo difícil será el trabajo de autoconocimiento que tendrás que llevar a cabo pero ¿en algún momento te dije que sería fácil? los logros que alcances en la vida, a menudo, serán precedidos por la complicada elección de una alternativa...quizás esto hará que, cuando consigas tus objetivos, te sientas realmente satisfecho y realizado.
Pero antes quiero ayudarte explicándote dos errores que pueden bloquearte cuando tengas que escoger entre todas tus opciones:

ERROR 1. Si piensas que existe una alternativa ideal, sin consecuencias negativas, seguirás siendo incapaz de elegir. 
No hay soluciones maestras. Todas las posibilidades encierran beneficios y costes, solo tienes que pensar cuál es la que más pros te genera.

ERROR 2. Hay un trabajo de introspección, de poner en la balanza, en toda decisión. No actúes de forma impulsiva cuando de algo vital se trata. 
Quiero que te pongas en acción, pero recuerda que Roma no se hizo en un día. Sin pausa, pero sin prisa.



Al final todo se reduce a lo siguiente: pierde tiempo en conocerte a ti mismo. Haz un análisis de tus fortalezas y limitaciones. Teniendo en cuenta tus deseos y principios la toma de decisiones será menos agotadora.
Y ahora ¿nos ponemos en marcha?
Tú psique puedes ;)

No hay comentarios:

Publicar un comentario