27 de mayo de 2019

Emociones inteligentes

Al final va a ser que en ese "no eres tú, soy yo" que un día me dijeron el problema no era yo, quizás tampoco tú. Suena a excusa mal planteada, siempre lo fue...aunque, mirándolo bien, encierra la sinceridad de quien realmente quiere decirte (pero en bonito) "no me gustas, es mi perspectiva. Puede que encantes a otras personas, pero a mí no me enamoras...never".

"No ofende quien quiere, sino quien puede"...os aseguro que nunca me dolió tanto ese "no sirves más que para escribir bobadas" de mi profesor de física  y química uno de mis primeros días en la educación secundaria, como aquella vez en que mi mejor amiga me dijo que no sabía si podría venir a mi séptimo cumpleaños. Una vez más, la vida es cuestión de perspectiva. Nuevamente el destino me dio una palmadita en la espalda permitiendo que mi amiga estuviera en mi fiesta.
Con mi profesor me encontré años más tarde y, al contarle todo lo que había estudiado, a todas las personas que he conocido, tantas ciudades visitadas y vividas en cada rincón, la estadística aprobada con nota...me dijo que "siempre supo que así sería" y yo me dije "sí, ya".

"¿El vaso medio lleno o medio vacío?" oye, pues depende del día y el contexto en que me lo plantees.

Lo que está claro es que existen tantas realidades como puntos de vista, que todo depende del prisma desde el que se mire. El hecho de que tengas razón no significa que yo esté en lo incierto, es solo que quizás no te molestaste en conocer cuáles eran mis vistas desde mi situación.
¿Por qué te digo todo esto? porque quiero que hoy decidas poner por delante tu visión, sin perder de vista la de quien te acompaña.

Llegados a este punto, os cuento que hoy nos centraremos en hablar sobre la inteligencia emocional ¡que levante la mano quién en la sala conoce qué significa y quién popularizó el término! fácil ¿no? fue Daniel Goleman quien hizo referencia al mismo como la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos. La persona con inteligencia emocional, por tanto, es hábil para el manejo de sentimientos.
De hecho, para Goleman, el concepto implica cinco capacidades básicas:
- Descubrir las emociones y sentimientos propios.
- Reconocerlos.
- Manejarlos.
- Crear una motivación propia.
- Gestionar las relaciones personales.

Pongamos que te encuentras trabajando cómodamente. Tus compañeros te caen bastante bien y te entristece pensar en abandonar, pero un día descubres que sabes a ciencia cierta que no es tu sitio. Que tú eres mucho más...y la ilusión llega (capacidad 1).

Es difícil,  pero empiezas a contar tus planes de cambio a tu círculo más íntimo. Reconoces que será complicado, que emprender o iniciar la nueva búsqueda de un empleo acorde con tus necesidades no es tarea fácil. Abres la puerta a la alegría, pero también al miedo, la ira y la frustración (capacidad 2).

Entiendes que las emociones negativas solo ralentizan tus pasos, por ello, empiezas ese curso sobre planificación y gestión del tiempo, asistes a programas de ayuda a emprendedores o decides destinar parte de tu salario a las sesiones de orientación profesional que te recomendó quien hoy está empezando a vivir su sueño laboral. Y es entonces cuando, aunque sientas miedo, ira o frustración, entiendes que son emociones que no se quedarán para siempre...ya sabes organizarte para que den paso a la alegría y la creatividad más pronto que tarde (capacidad 3). 

¡Decidido! vas a buscar ese trabajo que siempre tuviste en mente, el que te gustó desde que empezaste a estudiar...y no en el que estás ahora, con el que has tenido que conformarte sin la pasión que se necesita para que la jornada no parezca un largo día de 48 horas. Y entonces te imaginas saliendo del trabajo a la hora de almorzar con tus hijos, teniendo los fines de semana libres para conocer rincones de embrujo, sintiendo la tranquilidad de quien posee justo lo que quiere (capacidad 4).

Pero te das cuenta de que sola no puedes. Solo cuentas con un curriculum obsoleto para empezar y no te ves capaz de comenzar la búsqueda, trabajar y cuidar de los niños sin que termines al borde de un ataque de nervios...por fin empiezas a delegar. Además, también entiendes que actualizarte, conocer a más gente en tu lugar, acudir a talleres y eventos con personas expertas en la materia, etc. te viene de perlas para avanzar...por fin empiezas a relacionarte con personas que te inspiran y, muy importante, que pueden ponerte en contacto con la persona que te eche el cable que necesitas (capacidad 5)

Sea como fuere, las empresas están basando la búsqueda de sus empleados, cada vez más, en aquellas competencias conocidas como "blandas" (soft skills) entre las que se encuentra la inteligencia emocional y el hecho de que seas una buena persona...sí, las empresas actuales están contratando a la "buena gente".
Estas competencias son necesarias a la hora de trabajar en equipo, ya que ayudan a crear un ambiente que favorece el hecho de que los empleados tengan la voluntad de desempeñar su trabajo de la mejor forma...entenderéis que no es igualmente satisfactorio, ni productivo, trabajar con la vaga o el gruñón, antes que con el compañero que empatiza contigo, entiende tus puntos de vista y aporta los suyos de forma asertiva consiguiendo que la combinación desemboque en resultados de valor.


Competencias de inteligencia emocional en el trabajo:


En tu próxima entrevista o elevator pitch no caigas en la trampa de las habilidades blandas y pienses que son, pues eso, "suavitas"...están arrasando y cobrando valores muy elevados. 
Qué alegría da ver cómo se tienen en cuenta, cada vez más, competencias básicamente humanas en las compañías...porque no todo el mundo es emocionalmente inteligente ¿y tú?

¡Buenas noches equipo!

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