6 de abril de 2017

Beneficios del Erasmus y del trabajo en el extranjero

¿Qué tal si hoy nos damos una vuelta por el mundo, equipo?
Suena bien ¿verdad? concretamente nos teletransportaremos a Rzeszów, en Polonia, donde nuestra protagonista de hoy pasó seis fantásticos meses de su experiencia Erasmus.

¡¿PROTAGONISTA?!
Sí, habéis leído bien...sabéis que suelo ser yo quien crea cada una de las publicaciones de nuestro humilde rinconcito virtual (a excepción de la que escribimos Juanjo y yo sobre el uso de LinkedIn), pero Ana González Luna (así se llama quien nos contará las divertidas e interesantes anécdotas del día en cuanto una servidora cierre el pico) se ganó este hueco en cuanto cruzó sus primeras palabras conmigo.
Aunque a menudo recibo comentarios bastante motivadores sobre lo que os cuento por aquí y en redes sociales, fue en mis comienzos del blog (las visitas eran bajitas y un 100 en las estadísticas me emocionaba...hoy las 25.000 me ponen la piel de gallina, por eso aprovecho para daros las ¡GRACIAS!) cuando Ana se aventuró a enviarme un mensaje contándome que vivimos en una sociedad donde es relativamente fácil "vomitar" lo negativo, pero no solemos pararnos a felicitar lo que los demás hacen bien...por ello su decisión de contactar conmigo. En un impulso (y no me arrepiento) le dije que su comportamiento debía ser recompensado y fue entonces cuando le propuse escribir un post y ser prota de nuestro blog por un día. 

Ese día ha llegado. Ana (técnico en orientación laboral y desarrollo profesional) viene a contarnos con historias geniales cómo fue su experiencia en el extranjero y qué competencias desarrolló (y que a día de hoy le vienen de perlas para buscar su merecido hueco en el mundo laboral). Nuestra entusiasta amiga también nos demuestra que salir de la zona de confort, aventurarte a resaltar lo positivo que ves en una completa desconocida tiene su recompensa...porque sí, equipo, las decisiones correctas pueden llevarte a lugares que admiras. 
Adelante, Ana, este blog es tuyo por un día :)

¡Hola, equipo de "tú psique puedes"!
Estaba deseando pasar una noche con vosotros...es un auténtico placer estar aquí. Descubrí el blog de Marta hace tiempo a través de las redes y, desde el primer momento, me pareció ¡una mina de oro! Primero porque pude observar en el mismo la  sinergia de tres ramas que me apasionan, como son la Psicología, los Recursos Humanos y la Orientación Laboral. Y en segundo lugar, por la calidad de la información que su autora transmite y, más importante, por cómo lo transmite...tiene una marca personal bastante característica que hace traspasar la pantalla. Entenderéis que me repita cuando os digo que es todo un lujo estar aquí hoy.

¿Sabéis cuáles son las competencias que suelen desarrollar las personas que cuentan con experiencias en el extranjero? Mejor aún...¿conocéis el valor que las empresas conceden a tales características?
Como no quería dejarme ninguna por detrás, mis compañeros Erasmus y yo hemos hecho una puesta en común y llegado a la conclusión de que las que os enumero a continuación son aquellas que todos nosotros, en mayor o menor medida, hemos desarrollado:

1. INICIATIVA Y PROACTIVIDAD: La iniciativa se aprecia en el simple hecho de haber optado por ir a un país que no es el tuyo, a cursar unas asignaturas que no sabes cuáles son hasta que llevas allí un mes (porque cambian de un año a otro), a tener que investigar TODAS las guías docentes de las asignaturas que más o menos tienen relación con las tuyas y, una vez hecho este trabajazo ¡tener la suerte de que te las acepten!
Iniciativa, también, para resolver los mil y un trámites administrativos que se interponen entre tú y tus deseos por vivir esa experiencia. Y una vez estás allí, puedo decir, iniciativa cuando algún profesor pedía que quien quisiera podía presentar su trabajo de forma oral ante los demás alumnos, y ahí estábamos los españoles dispuestos siempre, para que nos subiera algún puntillo en la nota final. Iniciativa cuando decidimos plantarnos en Lituania en autobús (algunos decidieron que iban a ir en coche, estos mostraron además de iniciativa, valentía, y un poco de locura también, todo hay que decirlo). Cuando perdimos el autobús de transbordo y tuvimos que buscar uno alternativo (iniciativa, además de capacidad de resolución de problemas). 
Iniciativa para organizar las mil y una barbacoas que poco a poco se fueron convirtiendo en internacionales, pues cada vez se iba agregando más gente de la residencia (para muestra un botón, en la imagen lo podéis ver). 
En definitiva, la iniciativa y proactividad para asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan; decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer, crear oportunidades y mejorar resultados e implementar mejoras o idear nuevos proyectos...lo cual está muy valorado en el mundo laboral.

2. INTEGRACIÓN Y ADAPTACIÓN: Cuando te vas al extranjero y no conoces a ninguno de los compañeros con los que te vas (como fue mi caso y el de muchos otros), es necesario que te integres en el grupo/clase/país…para poder desenvolverte con facilidad. Pienso que es necesario conocer las costumbres de las personas en cuyo país vives y que te intereses en conocer por qué hacen las cosas como las hacen, sólo de esta forma podrás llegar a entenderlos un poco mejor. Para ello, debes poder adaptarte a los demás, pero también tener claros tus objetivos y saber hasta qué punto ellos pueden adaptarse a ti (por ejemplo, mis compañeras de habitación Ada, Rosé y Vito, se adaptaron muy bien a las manías que tengo con el orden, y yo también me adapté a ellas, tanto que formábamos un cuarto de los más acogedores de la residencia ¡Gracias por tanto, chicas!). 
En relación con el mundo laboral, es necesario integrarte en la empresa donde trabajas y, además, sentirte parte de ella. Solo así podrás trabajar para la misma como si fuera propia. Una empresa, a mi parecer, no es más que un equipo de personas que luchan cada día por conseguir un objetivo común. Por lo tanto, es necesario este compañerismo, entender a otro y respetar su trabajo, como así hacer que respeten el tuyo. 

3. TOLERANCIA Y RESPETO: El hecho de estar en continuo contacto con personas de todas partes del mundo hace, en primer lugar, que aprendas muchísimo sobre diferentes formas de ver el mundo, por lo que también se desarrolla la empatía. Y, en segundo lugar, a respetar a los demás, sus costumbres, tradiciones, formas de ver la vida, creencias, cultura y religión...esto es totalmente necesario para la convivencia y el buen desarrollo de las clases y la estancia en general. Te das cuenta de que muchos de los estereotipos sobre algunas culturas son falsos y aprendes que todas tienen algo positivo de lo que puedes aprender. Yo me hice muy amiga de dos chicas y un chico turcos. Las
chicas eran enfermeras y vivían en una residencia distinta a la mía (en la imagen podéis verlas conmigo y así, de paso, me ponéis cara). El chico si vivía en la mía y siempre estaba con nosotros, tanto que hace poco ¡vino a visitarnos a España!
El desarrollo de estas competencias se prolongan al entorno laboral. Es importante que cada empleado sea tolerante y tenga respeto hacia cada uno de los miembros que integran una compañía, sin importar el nivel de jerarquía, razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social (como diría el art.14 de la CE) Todos estamos conectados de modo que, si existe respeto, esto conllevará a mejores resultados.

4. COMPAÑERISMO Y TRABAJO EN EQUIPO: En el extranjero todos pasamos por situaciones buenas y otras no tan buenas. Situaciones personales que se acentúan con la distancia, siendo necesario contar con el apoyo de los compañeros para seguir adelante y creer que las cosas mejorarán. En mi caso sufrí la pérdida de un familiar cercano, por lo que el compañerismo fue fundamental para mí...tan lejos de casa y con la familia lejos.
Este compañerismo ha sido una pieza clave para el buen desarrollo de las clases, la organización de las compras, la repartición de las tareas domésticas… 
Cuando se trabaja en equipo las cosas van mucho mejor, sintiéndonos más motivados y, cuando estamos más bajo de ánimos, siempre habrá alguien que nos anime. También hubo más experiencias de compañeros que se vieron envueltos en situaciones delicadas, siendo esta la característica que más destacan. 
El compañerismo en el trabajo es fundamental. Ayudar a un compañero, así como también dejarse ayudar, convierte el trabajo en algo más allá de solo obligaciones y deberes, propicia un ambiente ameno dentro de nuestro sector por más que cada cual tenga su tarea, el trabajo en conjunto es siempre vital para el desarrollo de cualquier tarea.

5. CAPACIDAD DE SUPERACIÓN E ILUSIÓN POR APRENDER: Desde mi punto de vista, todas las personas que deciden irse al extranjero (sea por motivos de estudios o de trabajo) tienen esta característica en su ADN: la capacidad de superación. 
Se puede apreciar en una serie de acciones comunes: Proponerse la consecución de nuevos retos cada día (el solo hecho de poner una lavadora era todo un reto, porque la mujer de la lavandería era una especie de ogro y temíamos ir porque siempre nos gritaba NIE NIE!! Aunque al final nos hicimos amigas).
Superarse cada día es necesario para poder afrontar los problemas que se nos van planteando para intentar ser mejores profesionales y, mucho más importante, mejores personas. 
En las empresas es necesario la capacidad de superación porque solo así se podrán remediar los errores que se cometen. Sea cual sea tu experiencia, las empresas quieren profesionales que estén dispuestos a aprender, a seguir superándose a sí mismos y que se atrevan a innovar.  Además, llama la atención el hecho de que las empresas dejen de sobrevalorar aspectos como la formación o a la experiencia profesional, para centrarse en el lado de las competencias que tiene esa persona.

¡Vivir en el extranjero te da una nueva perspectiva del mundo!
Cuando sales, se abre un mundo de posibilidades a nivel personal y profesional. Es necesario viajar, conocer nuevas personas, trabajar en sitios distintos, conocer nuevas formas de hacer las cosas, de aprender...en definitiva ¡VIVIR! en el amplio sentido de la palabra.

Seguro que Ana os ha caído tan bien como a mí ¿verdad equipo?
Espero que hayáis aprendido mucho de lo que os ha contado...a mí, como mínimo, me han dado aún más ganas de conocer Polonia (aunque trataré de evitar lavanderías, por si acaso). Por lo pronto, espero pasar antes por Córdoba, de donde es nuestra protagonista de hoy. De esta forma podré darle un achuchón de agradecimiento por este post tan útil como entrañable y, de paso, saborear un rico salmorejo.

¡Nos leemos en siete días!
Mientras tanto, recuerda que TÚ PSIQUE PUEDES. Atrévete...la magia está fuera del confort.

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