26 de enero de 2017

"No eres tú, soy yo". Baja voluntaria laboral

No eres tú, soy yo.
¿O acaso hemos sido los dos?
Quizás no hemos sabido compaginar nuestras expectativas e ilusiones como en un principio nos propusimos, puede que no hayas sabido entender mis necesidades ¿o he sido yo quien no ha sido consciente de las tuyas?
Me has pedido demasiado y, aunque he tratado dar el máximo de mí, me siento desbordado y siento que contigo no soy yo. Me apagué, o me apagaste...nos apagamos. La cuestión es que prefiero dejar esto como está antes de seguir haciéndonos daño. 
Fue bonito mientras duró, sin embargo, hoy me veo obligado a dejarte y continuar con mi vida, QUERIDO TRABAJO.

¡Hola de nuevo equipo!
El post de este jueves no es demasiado extenso en líneas, sin embargo, no podía dejar pasar la idea de escribir al respecto, pues sé que son muchas las personas que se han visto y se ven inmersas cada día en situaciones como la anterior, solo que no se atreven o no saben qué y cómo tramitar y sobrellevar la despedida voluntaria de su puesto de trabajo.

Es sumamente difícil y son una multitud de emociones y dudas las que dominan el proceso del que hablamos hoy. El motivo de abandonar no quiere decir que te rendiste, solo que ya no quieres seguir con algo que te absorbe la energía y frena tu desarrollo e ilusiones. Tampoco quiere decir que no tienes ganas de trabajar (no permitas que nadie te diga esto, defiende tu postura)...porque trabajar es lo que más quieres (de ahí las dudas de si dar el paso o no) pero no en ese lugar.
Simplemente, por motivos personales, organizacionales, o una mezcla de ambos...tras quebraderos de cabeza y noches sin dormir, días en los que sientes que estás malgastando tus años, y un sinfín de sensaciones más...has decidido que prefieres mantener vivas tus ilusiones. Incluso puede que te hayan ofrecido una oportunidad mejor...en ese caso ¡Viva la Pepa!
La cuestión es que, sea cuáles sean los motivos que te lleven a presentar baja voluntaria, el trámite es idéntico en una y otra situación. Sin embargo, hoy he decidido centrarme en la primera: CUANDO HAS DECIDIDO QUE YA NO PUEDES QUIERES MÁS (porque, recuerda, poder puedes con absolutamente todo lo que te propongas).

Antes de continuar me gustaría dejar claro que no estoy animando a nadie a dejar su trabajo, sin embargo, hoy he decidido escribir sobre el tema ya que conozco de primera mano todas las dudas que surgen cuando se ha tomado la decisión y en este espacio tratamos de ayudar a quienes se encuentran perdidos en la búsqueda de empleo...haceros la idea de que, el dejar un trabajo implica ponerte a buscar otro. Además, también quiero aprovechar para aclarar que esta baja debe ser VOLUNTARIA, nunca permitas que te lo impongan a modo de "sugerencia/amenaza" si no es lo que tú quieres o has decidido.

Ahora sí, sigue leyendo para informarte de los consejos previos a tener en cuenta para que salgas fortalecido de tal experiencia, así como del protocolo general de actuación a seguir (para que nos entendamos, el papeleo).



1. Antes de informar acerca de tu dimisión, solicita ayuda en caso de tener dudas acerca de cómo diseñar tu curriculum, adaptarlo a las ofertas, revisa o abre un perfil en todos los portales de empleo, empieza a moverte por LinkedIn, haz contactos y define tu plan de acción para encontrar una nueva oportunidad. Buscar trabajo será tu nuevo trabajo y, si lo haces bien, esta ocupación no te llevará demasiado tiempo.

2. ¿Eres hormiga o cigarra? Si tu decisión no está marcada porque te hayan ofrecido un puesto más afín a tus capacidades y perspectiva de futuro, y ya que tu nuevo trabajo será el de buscar trabajo, sé consciente de que te convendrá gastar un poco menos y guardar un porcentaje fijo de tus últimas nóminas para que luego no te veas apurado a la hora de pagar facturas y llenar la nevera. Todo esto, claro está, en la medida que te sea posible.

3. Medita, pide consejo a quienes te conocen bien, piensa en tu bienestar y niveles de salud, en lo que ganarás y perderás tras dar el paso. ¿Hacia qué lado se inclina la balanza? Sea como fuere, cuando decidas que no quieres permanecer trabajando en este lugar, debes estar ampliamente convencido y sabiendo que a pesar de que habrán días menos llevaderos (pues los habrán, como en casi todo), te sentirás mucho mejor de forma general. 

4. Una vez hayas comunicado tu decisión, trabaja el desapego. Tendrás alrededor de 15 días para despedirte de usuarios, compañeros, espacios e incluso costumbres. Cierra tareas pendientes y trata de hacer todo con la visión positiva de que lo que haces es por tu bien.

5. Recuerda en todo momento que no eres débil por tomar este tipo de decisiones. Simplemente has decidido tomar las riendas de tu vida y, como para casi todo lo que hacemos, puedes equivocarte o no, pero lo más importante es que lo estás intentando y, al fin, empiezas a mirar solo por ti y lo que crees que mereces.

6. Trata de cerrar esta etapa de la forma más cordial y facilitadora posible. No te cierres puertas. Al fin y al cabo habéis formado parte de la misma familia durante un largo proceso.

7. Tu último día, sal con una sonrisa y piensa en el futuro que tienes por delante. Si te lo propones y perseveras, muy probablemente llegarás donde quieras.



1. Aunque la ley permite que presentes tu dimisión de forma verbal, mi recomendación es que lo hagas por escrito de forma duplicada. Es decir, entregando una copia a la empresa y quedándote otra (sellada por la empresa) para ti. 
En el enlace que te pongo a continuación, que va directo al blog "citapreviainem.es"cuentas con un modelo word orientativo para que puedas comunicar tu baja, así como otros consejos para que no se te escape ni un detalle de todo este proceso en el que has decidido sumergirte:

2. Recuerda que debes comunicar tu baja con un tiempo de preaviso que vendrá marcado en el convenio colectivo. Generalmente este periodo suele abarcar 15 días. Es importante que tengas este plazo en cuenta dentro de tus movimientos ya que, de no hacerlo, la empresa podrá descontar la cantidad total a percibir del finiquito dichos días. Pudiendo hacer esto como compensación por daños y perjuicios.

3. La marcha atrás de la baja voluntaria. Sí, antes no podías arrepentirte, pero en el momento actual la empresa debe aceptarte en caso de que cambies de opinión. De no ser así, tu partida sería considerada como despido improcedente.

Antes de marcharme, no puedo dejar de recordarte que en todo este proceso puedes contar conmigo. Las despedidas duelen, aún cuando se ansíen desde hace tiempo. Sin embargo, de ser tu decisión y por más dolor que se encierre detrás de ella, no olvides que los destinos extraordinarios van generalmente precedidos por caminos difíciles. 
Sea lo que sea aquello que decidas hacer hoy por ti y por tu vida, recuerda que TÚ PSIQUE PUEDES.

¡Hasta la semana que viene, equipo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario